Sin traicionar a su estilo, los sevillanos recuerdan la deslealtad con un tipo que se ajusta a las letras que interpretan
Sin traicionar a su estilo, los sevillanos recuerdan la deslealtad con un tipo que se ajusta a las letras que interpretan.
En su primer pasodoble le cantan al periodista, no al decente y al profesional, sí “al miserable” por manipulador, el que no se ajusta a la realidad y distorsiona la verdad con titulares rimbombantes.
Los que traicionan la profesión. El maltrato en la violencia de género protagoniza la segunda letra con los asesinatos producidos.
“El que avisa no es traidor” entonan en el estribillo y a bien que lo ejecutan sin miramientos.