La explotación india de estas costureras da tipo a una chirigota que cosen sin remisión en un taller. Cosen unas letras dedicadas para mejorar una ciudad ante el descosido que resultan todas sus penurias y sus deficiencias que enumera.
Las mafias que rodean este negocio y que se ven afectados los más pequeños ante el nivel laboral que padecen. Confeccionan un pase que recuerdan a los tipos de otras chirigotas en sus estribillos.
En el popurrí llegan incluso a juntar a Teo y a Kichi en un final descosio que hilvanan como buenamente pueden. Pinchan.