El tiempo en: Aljarafe
Martes 12/11/2024
 
Publicidad Ai
Publicidad Ai

El Gallinero

El reguetón pone bocabajo el Falla

La chirigota 'Daddy Cadi' vuelve a completar un gran pase también en la Gran Final

Publicidad AiPublicidad Ai Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai

Jesús Benárquez y Pablo de la Prida sabían, al igual que el resto de su grupo, que tenían una buena idea entre manos. Ha llegado hasta la Gran Final y, desde la presentación, se nota en la cara de cada uno de ellos que es una oportunidad que no iban a desaprovechar. Entrega y desparpajo, unidos a un repertorio que ha caído de pie, hacen que el público se divierta desde el inicio.

La tanda de pasodobles la inauguran con una carta de amor a Cádiz desde el punto de vista de un sevillano, insistiendo en la falta de lógica que tiene que una agrupación de la capital hispalense le cante a la Tacita por carnavales. La segunda letra es un recordatorio precioso, salido del corazón, para su amigo Nacho, fallecido hace cuatro años y ex componente de la agrupación.

En los cuplés siguen agradando, y en la primera letra hablan de un problema que sufren con los supositorios, aunque eso les lleva a conseguir cuatro trofeos de tiro al plato. Mejor aún el segundo, en el que detallan que su novia se ha hecho naturalista y ya no se depila. El estribillo, claro, es coreado por todo el Teatro.

Jesús Benárquez y Pablo de la Prida sabían, al igual que el resto de su grupo, que tenían una buena idea entre manos. Ha llegado hasta la Gran Final y, desde la presentación, se nota en la cara de cada uno de ellos que es una oportunidad que no iban a desaprovechar. Entrega y desparpajo, unidos a un repertorio que ha caído de pie, hacen que el público se divierta desde el inicio.

La tanda de pasodobles la inauguran con una carta de amor a Cádiz desde el punto de vista de un sevillano, insistiendo en la falta de lógica que tiene que una agrupación de la capital hispalense le cante a la Tacita por carnavales. La segunda letra es un recordatorio precioso, salido del corazón, para su amigo Nacho, fallecido hace cuatro años y ex componente de la agrupación.

En los cuplés siguen agradando, y en la primera letra hablan de un problema que sufren con los supositorios, aunque eso les lleva a conseguir cuatro trofeos de tiro al plato. Mejor aún el segundo, en el que detallan que su novia se ha hecho naturalista y ya no se depila. El estribillo, claro, es coreado por todo el Teatro.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN