Una de las chirigotas que agradaron en el pasado concurso con ‘Los que vienen de etiqueta’ cantó anoche y volvió a dejar buenas sensaciones. Con una tribu indígena peruana y que vive a más de 10.000 metros de altitud comenzaron a provocar risas desde la misma presentación.
Los pasodobles, que tienen una bella música y que llegan a poner los vellos de punta, fueron dedicados a Cádiz, primero, con un bello piropo; y a una anciana a la que cuidan ante el olvido de sus hijos.
Los cuplés fueron para su hijo, que le gusta Alejandro Sanz, y para Juan Carlos Aragón, recordando varias de sus letras más conocidas.