La temporada avanza hacia el periodo navideño, tiempo en que la prensa deportiva elucubra sobre el consabido turrón que se comerá el entrenador y al que ya no llegará el bueno de Ramón Blanco, en el club capitalino.
Aquí en nuestro Puerto, en este paraíso entre Cádiz y Jerez, con nuestra calma habitual y mirándonos el ombligo observamos el buen hacer de nuestro míster, Baldomero Hermoso Herrera, Mere.
Un técnico muy bien tratado entre la prensa local, llevado en la cuna y hasta ahora mimado entre sábanas de franela como un infante y además con todo merecimiento.
A mi parecer el equipo esta sostenido por una defensa colosal, unos centrales como Galiano y Bajic aportando seriedad y contundencia, faltando eso sí ,sacar la pelota jugada de atrás, algo que se olvidó en cuanto llegó la segunda jornada.
Sin embargo, el centro del campo, los interiores, y por consiguiente al no llegarle la bola en ventaja los delanteros, no están brillando a gran altura, y ahí está el mérito de Mere, en armar un plantel que no juega absolutamente a nada y llevar once jornadas seguidas sin perder. No podemos destacar a Natera ni a Pedrito.
Sí me está convenciendo más Benítez, un hombre que aunque me gustaría verlo más cerca de la media luna del área, comprendo es vital para que la muda llegue en mejores condiciones a unos Expósito y Juanmi, a los que les doy todo el mérito del mundo por jugar en un equipo que no les ayuda.
Los cuchillos estaban afilados con este entrenador a principios de temporada, las sombras estaban pendientes sobre el cuello de Baldomero a la tercera jornada, pero las sombras se cayeron como flor de otoño, el espía con gabardina y bigote que era consejero áulico de la planta noble, cesó en cuanto ganamos partidos y ése es el triunfo que yo valoro, el de la constancia, el de tener personalidad y aguantar y saber que te hacían la rosca y solo te salvabas ganando.
Es el vértigo de los banquillos, la presión de ganar, el entorno y hasta el momento Mere gana crédito y lo mejor, es que todavía no ha tenido un ataque de técnico, un ataque de H.H.