La confianza no debe ser máxima ante unos mandatarios que no cumplen supuestamente, no ya con los que le votaron, ni con los que los asume como propios, ya ni con lo que marca la ley. Si la otra semana el Gobierno local se sacaba a prisa y corriendo una moción de urgencias cuando a tres días de la celebración del festival de música se necesita acogerse a la normativa de ruido ambiental, hoy volvemos a lo que está siendo la rutina diaria de conocer nuevas andanzas de las formas y proceder de este Ayuntamiento, que ya por no cumplir no cumple ni con los principios básicos de realizar y ejecutar la ley.
Acusaciones graves, otra más, las que señalan a miembros del Consistorio, esta vez al concejal de Plaza de Toros, Ángel Quintana, al que se le acusa de prevaricación, coacción y allanamiento.
Presuntos delitos con los que la empresa concesionaria del coso ha presentado la preceptiva querella contra el edil por permitir y celebrar un evento taurino sin contar con todo lo necesario.
Dos de dos en dos semanas. Y todo esto cuando se anuncia que con la “recuperación” también del verano portuense, serán varios los conciertos que se presupone se van a celebrar en la Plaza de Toros.
Prever cómo se van a desarrollar es difícilmente arriesgado y más cuando ya el año pasado se debió posponer uno de ellos al coincidir con otro concierto el mismo día. ¿De veras que se está recuperando El Puerto?