Un mes después desde que se conociera que la empresa Reyma Taurino SL sería la encargada de gestionar el coso portuense para los dos próximos años, poco o nada se conoce hasta la fecha de cual y qué futuro le deparará a ésta ante un verano que dio comienzo oficialmente ayer y a que a diferencia de otras ciudades, el abanico de festejos, conciertos y eventos luce por su ausencia. En el anuncio del pasado mes de mayo y cerrando un acuerdo en el pliego de condiciones de explotación que necesitó de remodelaciones y rebajas para su aceptación, el responsable municipal de la Plaza de Toros, Ángel Quintana, reconocía que “estamos de enhorabuena por esta adjudicación que pondrá en valor a la plaza en todas sus dimensiones para esta temporada estival”.
Precisamente una temporada que avanza y que continúa sin concretarse en qué se convertirá finalmente ésta. Las dudas y la controversia no han quedado subsanadas una vez se anunció el nombre de la entidad que gestionará el recinto taurino portuense.
Es más, según ha podido conocer este periódico, el compromiso formal, la firma, sigue aguardando para que se formalice de manera fehaciente el acuerdo alcanzado semanas atrás y que sigue abierto por más que haya transcurrido el tiempo. De entre las versiones sondeadas para que esta rúbrica no haya quedado sellada está la convalecencia esgrimida en el entorno municipalista del empresario, pospuesta, eso sí, para la próxima semana.
Eso en el mejor de los casos. De igual manera, la falta de concreción radicaría, según fuentes próximas, a unas mejoras arquitectónicas que no satisfarían a Reyma Taurino SL y que aguardaría un acuerdo final antes de firmar la documentación.
Más allá de versiones interesadas, lo cierto y evidente es que el mes de junio enfila su recta final sin que se sepa un cartel ni una programación de lo que debe ser un verano atractivo en el estreno de un verano que aguarda una versión oficial y que aplaque las dudas y las incertidumbres creadas.