Por una razón o por otra, el asunto de las playas continúa trayendo cola aunque el mes de julio esté llegando a su fin. Con un invierno crudo como pocos y después de los destrozos provocados, la temporada veraniega comenzó tarde y bajo mínimos con el servicio de socorristas, al contar con uno solo por cada playa.
Ahora se ve mermado ante la ausencia de megafonía en las playas portuenses. Una cuestión que para algunos pudiera pasar desapercibida hasta que ocurre un inconveniente o un problema. Como los que ha venido ocurriendo con la presencia de días pasados de medusas en las playas y la lógica molestias e indefensión de los bañistas.
El anuncio de la presencia de las medusas en la costa es anunciada con el cambio de bandera de verde a amarilla y otra más blanca con la serigrafía de las “aguamalas” o aguaviva”, como también se le conoce por la zona las medusas. Ante este contratiempo la megafonía serviría, como ha sido en otras ocasiones, el medio perfecto para alertar de su aparición y no unas banderas que no siempre son el punto de referencia para los usuarios a la playa.
Las molestias y las picaduras se han contado por decenas que en el mejor de los casos se ha ido aliviando con el tiempo o en el de los más pequeños, los niños, necesitados a ser socorridos en el puesto de enfermería.
Los mástiles que soportan los altavoces se encuentran instalados en la arena, a falta de la megafonía, la que siempre ha alertado ante la pérdida de algún menor, algún contratiempo e incluso en los últimos años ofreciendo también promoción cultural de la ciudad.
Lavarse con agua salada, nunca dulce
De entre la infinidad de escuchar consejos y trucos caseros sobre qué hacer si nos pica una medusa. Todo el mundo parece tener la solución para acabar con el dolor de tan incómoda picadura, pero la realidad es que los sencillos consejos de los expertos son los que de verdad ayudarán a evitar una reacción adversa a la picadura.
Lo primero que hay que intentar, si hay medusas, es evitarlas bañándose en zonas donde el agua esté más clara o cuando no haya un gran oleaje. Si aún así no logramos evitar la picadura, lo primero que hay que hacer es lavarla con agua salada, nunca con agua dulce. Después, hay que retirar los restos de tentáculos que queden en la piel con la ayuda de un elemento plástico, como una tarjeta, mejor que con unas pinzas.
Por último, si el dolor no desaparece, es bueno aplicar frío pero, dado que el agua dulce no es buena, se debe hacer con hielo envuelto de alguna manera que evite el contacto directo con la piel.