La “Asociación de Mujeres y Hombres por la Ciudadanía” quiere denunciar la situación de “”abandono y desamparo que vienen sufriendo desde hace años los vecinos de la finca sita en calle Cielo, 79.
“lamentable, triste y vergonzoso que en la época del llamado ‘estado del bienestar’ en la que supuestamente vivimos, tengamos que ver situaciones tan lamentables como las que estos vecinos están soportando desde hace varios años. Un inmueble indigno e inhóspito para que seres humanos subsistan rodeados de escombros y con peligro inminente de derrumbe”.
Además de la condiciones infrahumanas “en las que se encuentran, se da la triste circunstancia que uno de ellos está enfermo y carente de familia que lo pueda atender”.
“Llegar a saber que el anterior equipo de Gobierno conocía de sobra la situación y que incluso algunos de ellos han llegado a visitar el inmueble, y que a día de hoy ninguno haya hecho lo necesario para que se agilice o se medie ante quien corresponda para resolver esta barbaridad, y más aún tratándose de personas que se encuentran en total desamparo nos hace sentir extremada vergüenza ajena”.
Reconocen que “son muchas las denuncias presentadas en el Juzgado, los escritos y reuniones con el Ayuntamiento, en concreto con el Área de Urbanismo, que han mantenido los inquilinos y como bien dicen ellos no han servido absolutamente para nada. La finca ha ido pasando de dueño en dueño y nadie ha querido saber nada de los inquilinos. A día de hoy siguen a la espera que el Servicio de Disciplina Urbanística de la Concejalía de Urbanismo de nuestro Ayuntamiento actúe”.
“El estado ruinoso del inmueble, el abandono, la desidia del dueño actual y la falta de intervención municipal hace que los vecinos muestren su preocupación y desesperación, a la vez que avisan de una posible desgracia que en cualquier momento pudiera ocurrir”.
La Asociación de Mujeres y Hombres por la Ciudadanía “solicita que el Servicio de Disciplina Urbanística, así como el Área de Bienestar Social tomen las medidas urgentes que consideren oportunas. Sabemos que la finca es de propiedad privada pero la vida y las condiciones de los vecinos no pueden esperar más. No permitamos que sigan viviendo entre escombros y derrumbes. Evitemos males mayores por no actuar a tiempo”.
