Llegará. Ése día en el que poco a poco iremos recuperando nuestras vidas y nuestra rutina diaria. Aún queda, pero ya empieza a tener fecha para la esperanza ante tantas malas noticias y tanto desasosiego. A mediados de mayo empieza a dibujarse como el momento en la que la desescalada sea una realidad. Ya este domingo con la salida de los niños a la calle parece que esa normalidad que todavía se nos resiste, se tiñe de natural.
Ni que decir tiene que esta montaña rusa en la que estamos instalados no tiene fecha para su final, pero algo es algo después de estas semanas. En esa recuperación cotidiana, El Puerto ha visto cómo con la gestión llevada a cabo por el Ayuntamiento de forma responsable y con el compromiso de todo el Consistorio y con su alcalde Germán Beardo a la cabeza, muestra orgulloso una gestión impecable y con una dedicación encomiable.
En la determinación de actuar con coherencia y con eficacia, se obtiene el reconocimiento unánime del trabajo realizado. Medidas que han paliado, en parte, la desazón de proveedores que necesitan cobrar para en muchos casos pagar facturas pendientes, autónomos que siempre son los grandes olvidados del sistema, ciudadanos que necesitan de soluciones ante la crisis y, cómo no, la actuación social para que “el no dejar a nadie atrás” no sea un eslogan más de tantos y los más vulnerables hallen una atención digna, responsable y acorde de su Ayuntamiento.
Estar a la altura de las circunstancias no siempre es fácil, y más cuando ni las competencias más allá de lo que compete a un municipio, resultan ser accesibles. Que medios nacionales tengan a El Puerto como ejemplo en las medidas adoptadas y en la buena gestión realizada, ante tanta zozobra, es para sentirse orgulloso de ser portuense. El día después llegará y El Puerto con miras ya planifica ordenar su futuro. El verano incierto espera y hay que aprovecharlo sí o sí, y más cuando el turismo de proximidad será el camino.
