La sección sindical de CSIF en el Ayuntamiento de El Puerto de Santa María quiere denunciar públicamente el retraso de 25 días en el cobro de la nómina de una trabajadora del Departamento de Contabilidad. Según les ha informado el Gobierno local, este impago se debe a una discrepancia técnica de la Intervención municipal, entre la secretaría general y el servicio de Personal. Sin embargo, para CSIF son “simples excusas burocráticas peregrinas que ponen, una vez más, en evidencia el total descontrol de gestión del actual Gobierno municipal, el cual saca pecho presumiendo de reducir su deuda, mientras deja de pagar a todos sus empleados públicos las subidas salariales de 2020 y 2021 obligatorias por Ley y lo que es muchísimo más grave, ahora deja de pagar su sueldo completo a esta empleada municipal.
Tras 25 días, CSIF ha hecho todo cuanto ha estado en su mano para hacer entrar en razón a las partes, por lo que ahora ya está planteándose recurrir a la Justicia y exigir responsabilidades por esta grave situación.
Esta sección sindical considera que, cualquiera que sea esa discrepancia técnica, no se puede impedir de ninguna manera que una trabajadora cobre su sueldo íntegro durante más de 25 días. Asimismo, esta situación debería obligar al alcalde a resolver inmediatamente cualquier problema o descoordinación entre sus subordinados que ha llegado a provocar este retraso.
Para CSIF, “cada día que pasa sin pagar a esta trabajadora, se manifiesta más claramente la incapacidad completa de este Gobierno municipal, porque si para resolver este problema burocrático que debería haberse solucionado de manera inmediata, tardan 25 días (y los que quedan…) sin importarle las consecuencias, no podemos ni imaginarnos lo que tardarán en enterarse, y no digamos solucionar, los graves problemas sociales de esta ciudad.
Como recuerda esta sección sindical, existen ejemplos suficientes para demostrar la mala gestión del personal municipal que hace esta Corporación, como la falta de interés total en lanzar una Oferta de Empleo Público que alivie a tantas familias como centenares de plazas podrían ofertarse, o la falta de promoción económica real y efectiva, con el desmantelamiento silencioso del Servicio de Fomento.
