Ecologistas en Acción viene denunciando desde hace años la que para ellos es una "insostenibilidad ambiental de la ciudad cada vez mayor"
Explican que en El Puerto hay "una depuradora que no funciona correctamente, un desarrollo inmobiliario desmedido, una alta presión urbanística hacia los espacios naturales, una total sensación de indisciplina urbanística, una red de carriles bicis caótica, una falta de concienciación ciudadana que jalona el término de vertidos incontrolados de desechos y escombros, un patrimonio histórico abandonado, una errónea planificación de la red viaria cada vez más congestionada, una progresiva ocupación de espacios públicos para negocios privados, una pérdida continuada del arbolado urbano, una falta de medidas locales contra el cambio climático, o una nula apuesta por la economía circular".
Continúan diciendo que "todos ellos deberían ser objetivos prioritarios para la ciudad, pues mejorarían su calidad ambiental y la salud de las personas, además de ser un valor añadido para un turismo cada vez más concienciado con los temas medioambientales; pero el ayuntamiento ni está por ello ni se le espera. La necesidad de redactar un nuevo PGOU debiera ser una oportunidad única para corregir errores del pasado y diseñar una ciudad sostenible".
Asimismo afirman que no se puede "seguir vendiendo indefinidamente El Puerto como destino turístico exclusivo de “sol y playa” sin rediseñar el actual modelo de ciudad. Las propias empresas turísticas reconocen que cada vez más se apuesta por destinos sostenibles, libres de ruidos, descongestionados y limpios. El turismo estacional sin control, presentado como motor de desarrollo y “generador de empleo” (generalmente precario), no resuelve los problemas a los que se enfrenta la ciudad a lo largo de todo un año, además de generar grandes impactos medioambientales. Por otro lado, la crisis económica de 2008 y la más reciente crisis sanitaria del coronavirus, han puesto de manifiesto la volatilidad de este tipo de turismo".
Para ellos, El Puerto ha basado siempre su reclamo turístico en una ciudad que ofrece sol, playas, buena y rica gastronomía, y una oferta inigualable de ocio, pero olvidando sus consecuencias: ruido, generación de basuras, un tráfico congestionado, o una ocupación desmedida del espacio público, entre otras, sin ofrecer soluciones.
"En las últimas semanas la Policía Local ha precintado un local de ocio situado en el Club Náutico por no tener licencia municipal" explican, " y ello tras numerosas denuncias de vecinos cansados del ruido que generaba. Sólo tras las quejas ciudadanas el ayuntamiento ha actuado, pero con un mes de retraso".
En la misma situación de generación de ruidos y molestias, se encuentran varios chiringuitos localizados en el entorno de La Calita en Puerto Sherry, donde vecinos del entorno han mostrado sus quejas ante la Policía Local, excusándose ésta en falta de medios y recursos humanos (desde Ecologistas en Acción ya hemos solicitado información sobre sus licencias y actas de medición de sonidos).
La ocupación desmedida del espacio público (calles y aceras) por algunos establecimientos hosteleros, con la permisividad del ayuntamiento que parece justificarlo en una falsa recuperación económica del sector, y la necesidad urgente de creación de empleo en una ciudad tan falto de ello, es otro de los problemas que genera este turismo insostenible.
Desde Ecologistas en Acción finalizan expresando que "siempre hemos solicitado la participación social para la resolución de estos problemas, encontrándonos con un ayuntamiento cerrado al diálogo. Somos conscientes del potencial turístico de la ciudad de El Puerto, pero éste debe basarse en la preservación de sus valores naturales y culturales, y de su rico patrimonio arquitectónico. El turismo basado exclusivamente en “sol y playa”, hasta ahora pregonado y vendido, debe complementarse con la sostenibilidad medioambiental de la ciudad, sólo de esta forma podremos conservarlo en el tiempo".