Segunda Clase Práctica organizada por la Empresa Circuitos Taurinos y la Escuela “La Gallosina”. Con numerosísimo público en los tendidos y tomándose todas las medidas sanitarias pertinentes, se han lidiado seis ejemplares de “Torrestrella” de buen juego a excepción del manso quinto. Los novilleros actuantes fueron: Mirian Cabas (Escuela Taurina del Campo de Gibraltar): dos orejas; Mario Sánchez (E. T. Ubrique): dos orejas; Victor Barroso (E.T. `La Gallosina´ de El Puerto): dos orejas y rabo; Victor Cerrato (E.T. La Línea): oreja; Alejandro Chinarro (E.T. Colmenar Viejo): oreja; y Javier Ragel (E.T. `La Gallosina: palmas tras escuchar los tres avisos. Destacó con la puntilla el subalterno portuense “Josele”.
Esta segunda Clase Práctica ha sido más triunfal que la celebrada ayer lunes, ya que el nivel de los alumnos ha sido más elevado y además los aceros, a excepción del último actuante, viajaron certeros.
Sin duda alguna el portuense Víctor Barroso ha demostrado esta tarde/noche en la Plaza Real que es un valor muy a tener en cuenta y que se encuentra totalmente capacitado para dar el paso a las novilladas picadas. Hoy se presentaba de luces en su plaza, vestido con un precioso terno blanco y oro con los remates en negro, tras dos temporadas de éxitos en importantes plazas y certámenes de novilladas sin picadores, además de haber conseguido clasificarse para la final del XVII Ciclo de Novilladas que se celebrará el próximo sábado en Villacarrillo (Jaén). Victor lidió con poder a un bravo eral de “Torrestrella” que no era nada fácil. El torero comenzó su faena de muleta con un pase cambiado por la espalda de rodillas, para luego seguir toreando de la misma guisa en redondo. Prosiguió con tandas por ambos pitones con temple, logrando que el novillo se le entregara y regalando al respetable pases de pechos de pitón a rabo. Cuando ya la faena estaba culminando tiró del valor seco que posee y se metió entre los pitones del eral, convirtiendo a los tendidos en un hervidero.
Tras la estocada la plaza rompió en un delirio y le fueron concedidas las dos orejas y el rabo.
El otro portuense que actuó fue Javier Ragel, sobrino nieto del mozo de espadas Paco Ragel. Este joven torerillo debutaba de luces y que mejor plaza para hacerlo que la de El Puerto de Santa María. Estuvo muy dispuesto desde el quite por chicuelinas que realizó en el novillo anterior a su turno, que tenía un importante volumen. Recibió a su enemigo, con una presencia más acorde a su corto bagaje como torero, con buenas verónicas rematadas con garbosa media. La faena de muleta la realizó por ambos pitones con muletazos de buen trazo y saliendo con torería de la cara del animal tras rematar las series. Terminó su labor con ceñidas manoletinas. Tras esta dignísima actuación introdujo hasta en tres ocasiones el estoque en el novillo, no logrando que éste se echara ni tampoco estuvo acertado con el descabello. Una lástima que tan buena actuación se viera empañada con los tres avisos.
Del resto de los actuantes destacar la disposición de la novillera Mirian Cabas; la constancia y conectividad con los tendidos de Mario Sánchez; el buen concepto de Victor Cerrato; y el oficio de Alejandro Chinarro ante un manso ejemplar.