En un informe, el general Michael Flynn asegura que en ocho años de guerra, la actividad de los servicios secretos ha sido sólo marginalmente importante en la estrategia global en Afganistán. Flynn critica que los agentes de inteligencia de EEUU se hayan centrado casi exclusivamente en “capturar o matar a los insurgentes de medio y alto nivel”.
Eso es “necesario para ganar una guerra”, dice el general, pero “secundario” si se compara con la importancia de obtener información “sobre el contexto de las operaciones” y de "distinguir entre los talibanes y el resto de la población afgana” con el fin de tomar las “decisiones importantes”.
En un informe que muestra las tensiones entre el Ejército y las agencias de espionaje de EEUU, el militar cree que los agentes son “desconocedores de la economía local y de los terratenientes, están confusos sobre las personas próximas al poder y cómo pueden influir en ellas”.