El PDeCAT convocará una asamblea extraordinaria en septiembre para estudiar si siguen adelante con la actividad política o echan el cierre tras haber quedado fuera del Parlament en las elecciones de 2021 y del Congreso este julio.
Así lo han explicado fuentes de la formación consultadas por Europa Press, que han explicado que se han tomado este mes de agosto para reflexionar sobre qué deben hacer.
Pese a recalcar que no tienen "ninguna prisa", concretan que tienen la obligación de analizar cómo reconducen la situación tras los recientes resultados electorales.
"El partido debe leer muy bien las circunstancias y motivos del resultados. Entiendo que son múltiples factores y tenemos que analizarlo de cara al futuro", añaden otras fuentes, partidarias de que el partido siga adelante pese a los malos resultados.
Además, recuerdan que tienen más de 200 concejales y una base de militantes a los que deben dar explicaciones y constatan que en las dos últimas campañas no han hecho "gasto ni deuda".
"Habrá que ver cómo está económicamente el partido", recalcan dirigentes de la formación, que explican que después de las elecciones catalanas, en febrero de 2021, se hizo un plan económico para poder pagar al personal y a los proveedores y que se ha ido cumpliendo, aseguran.
Pese a no estar en el Congreso ni en el Parlament, reivindican que tienen alcaldes, concejales, representación en consejos comarcales y en la Diputación de Lleida, algo que consideran que demuestra que el partido tiene su espacio electoral.
También hay quien, más allá de cuestionar que el partido se presentara a las generales y el discurso que se hizo, apuntan que el futuro del PDeCAT puede pasar por lo que ocurra en Junts, donde conviven una ala más pragmática con otra más rupturista.
Sin día fijado en el calendario ni orden del día, está por ver si en la asamblea de septiembre se abordarán cambios en la dirección del partido, que preside David Bonvehí con un carácter más representativo e institucional, y que tiene al secretario general adjunto, Marc Solsona, y al secretario de Organización, Genís Boadella, como sus mayores caras visibles.
De hecho, la nueva dirección se eligió hace dos años cuando el PDeCAT llevó a cabo una reorganización después de no haber logrado representación parlamentaria en las elecciones catalanas de 2021.
El partido, que se presentó como PDeCAT-Espai CiU a las generales con una candidatura encabezada por el independiente Roger Montañola, perdió los cuatro escaños que tenía en el Congreso al no alcanzar el 1% de los votos.
Así, perdieron la representación que recabaron en noviembre de 2019, cuando concurrieron a las elecciones en coalición con Junts y consiguieron, entre ambos, ocho diputados.
Tras separarse de los de Carles Puigdemont, el PDeCAT se quedó con cuatro escaños y la Junta Electoral Central (JEC) le otorgó la integridad de los derechos electorales que compartían con Junts.
Antes del inicio de la campaña electoral, el expresidente de la Generalitat Artur Mas --asociado del PDeCAT-- defendió que el partido no tenía que presentarse a las generales, y el actual líder de TriasxBarcelona, Xavier Trias, dejó la militancia en octubre del año pasado para sumarse a Junts.