Según informó la agencia Kyodo, unas 900 personas se congregaron ayer en Tokio para pedir indemnizaciones al Gobierno nipón por los abusos perpetrados durante la colonización, entre los que destacaron el uso de esclavas sexuales por parte del Ejército imperial japonés.
Se calcula que hasta 200.000 mujeres de países ocupados por Japón, en su mayor parte coreanas, fueron forzadas en burdeles militares, llamados eufemísticamente casas del confort, antes y durante la Segunda Guerra Mundial.
En la concentración se recordó también a los coreanos olvidados tras el conflicto en la isla de Sajalín y a los supervivientes las bombas atómicas.