Pese a que el Producto Interior Bruto (PIB) sufrió una desaceleración en el segundo trimestre del año, cuando solo creció el 1,2% frente al primero, el total del semestre motivó que el Banco Central inmediatamente reafirmara su previsión de que Brasil cerrará este año con una expansión igualmente récord del 7,3%.
Tras haber crecido un 2,7% en el primer trimestre en comparación con el último de 2009, la mayor economía latinoamericana disminuyó el ritmo en el segundo pero aún sube a tasas elevadas en comparación con el año pasado.
La expansión del segundo trimestre fue del 8,8% frente al mismo período del 2009, y la de los doce meses cerrados en junio fue del 5,1%.
Pese a que el Gobierno esperaba una desaceleración en el segundo trimestre tras la eliminación de los incentivos fiscales, el resultado del PIB superó las expectativas. El primero en celebrar el dato fue el presidente del Banco Central, Henrique Meirelles, quien afirmó que la economía brasileña “se dirige hacia una trayectoria más conducente con el equilibrio a largo plazo”.