“Nuestra información es que este año el Dakar va a ser muy duro para la mecánica y para los pilotos. El calor va a ser determinante, vamos a empezar con 30 grados, vamos a ir al desierto más seco del mundo y la altitud será un factor importante, por lo que seguro que será una carrera muy dura, por ello será fundamental el coche y que el equipo esté bien preparado”, explicó Sainz en Madrid en una comida informal con los medios de comunicación, antes de partir a Argentina.
No obstante, el piloto madrileño consideró que su equipo, Volkswagen, “lleva los deberes bien hechos” y que han decidido centrarse más “en la fiabilidad”, renunciando a “sacar un nuevo modelo o evolucionar el anterior”.
“Volkswagen va a ser un tanque y ésa tiene que ser la gran baza. Hemos renunciado a cambiar el modelo de coche para ganar en prestaciones y también para apostar por la fiabilidad”, apuntó Carlos Sainz, que, según señaló, llega “igual o mejor preparado por la ansiedad de lo desconocido” que los otros dos años en los que ha participado en esta carrera, antes celebrada en suelo africano.
Una prueba renovada
Por otra parte, el bicampeón del Mundial de Rallys no cree que su experiencia en el Rally de Argentina, cuando participaba en el Campeonato del Mundo, le sirva de mucho porque, según advirtió, sólo conoce “20 ó 30 kilómetros de los 9.000” de los que consta esta renovada prueba.
“Espero poder aprovechar que todos partimos de cero y que nadie tiene experiencia en esta carrera y poder adecuar la estrategia al momento. Mitsubishi tenía una experiencia brutal en África, pero es clarísimo que se igualan las fuerzas de los equipos y también de los pilotos. Todos partiremos en igualdad de condiciones”, añadió.
Respecto al cambio de escenario de esta cita, Sainz comentó que “el desafío sigue siendo brutal” y, por tanto, que le da igual “que se dispute en África o en otro lado”, al tiempo que señaló que las valoraciones de la prueba habrá que hacerlas “una vez concluya todo”.
“Las valoraciones de cómo ha ido el Dakar habrá que hacerlas una vez concluido. Si es un éxito mediática y deportivamente, entonces el Dakar tendrá futuro en Argentina, pero si una de esas dos patas flojea habrá que tomar la decisión oportuna”, manifestó.
Objetivo: ganar
El piloto español apuntó que “cualquier etapa puede ser clave” porque “en 14 días hay una gran variedad de situaciones” y volvió a dejar claro que parte con el objetivo de “ganar”.
“Mi marca me da un coche para intentar ganar y yo con todo el respeto y humildad del mundo voy con intención de ganar. Yo no firmo el podio, a estas alturas de mi carrera deportiva no me voy a ir a pasear a Argentina. Que luego acabo segundo o tercero, pues habrá que aceptarlo, pero desde Madrid y una semana antes del comienzo del rally el objetivo tiene que ser ir a ganar”, concluyó.
Motos
Por otra parte, Gas Gas Motos se estrenará oficialmente en el Rally Dakar 2009 aportando cuatro monturas preparadas íntegramente en la factoría de Salt, tres FSR 515 Desert y una EC 450.
Las tres FSR 515 Desert serán pilotadas por pilotos holandeses Rob Verstegen, Walter Van Sinten y Harmen Boezerooy, mientras que la EC 450 estará en manos del español Julián Villarrubia, todos debutantes en el Dakar. De los cuatro, Verstegen es el que más experiencia ostenta.
