La Unión Europea acuerda ampliar las sanciones al sector energético libio.
La comunidad internacional aceleró ayer los preparativos para una operación militar en Libia, mientras que las fuerzas de Muamar el Gadafi intentan tomar las ciudades de Misrata y Ajdabiya.
La Agencia Europea para la Seguridad en la Navegación Aérea (Eurocontrol) informó de que Libia había cerrado su espacio aéreo, después de la decisión de la ONU.
Eurocontrol rechazó todas las solicitudes para pasar sobre el espació aéreo de Libia.
La situación en Libia será analizada hoy en una cumbre en París de la Liga Árabe, la Unión Africana y la Unión Europea.
El secretario general de la Liga Árabe, Amro Musa, anunció que la organización panárabe apoya la decisión adoptada por el Consejo de Seguridad de la ONU para establecer una zona de exclusión aérea.
La presidencia francesa invitó a la cumbre en París a “todos los estados que quieran apoyar la aplicación” de la
resolución de la ONU.
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, afirmó que hay “una necesidad urgente” de que la
comunidad internacional intervenga en Libia.
Para Rasmussen, la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas envía un mensaje “alto y claro de toda la comunidad internacional al régimen de Gadafi: detenga su brutal y sistemática violencia contra el pueblo de Libia inmediatamente”.
Los países de la OTAN acordaron ayer acelerar sus preparativos para una posible operación militar en Libia, pero
pospusieron al fin de semana cualquier decisión sobre si se usará el marco de la organización para combatir al régimen de Muamar el Gadafi.
Según fuentes diplomáticas, todos los estados miembros apoyaron ayer que se completen los planes militares
“lo antes posible”, a pesar de que dos socios -Alemania y Turquía- rechazan una intervención extranjera en Libia y han dejado claro que sus tropas no participarán en ningún ataque.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, instó a las autoridades libias “a que cesen inmediatamente los hostilidades” y apliquen todos los términos de la resolución del Consejo de Seguridad.
“Es una situación difícil en la que miles de vidas siguen estando en peligro”, afirmó Ban en una conferencia de prensa en Madrid tras reunirse con el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.
“Que nadie se equivoque, la comunidad internacional no se va a dejar engañar por el régimen libio”, advirtió Zapatero.
El presidente del gobierno español solicitó al Parlamento autorización para que las Fuerzas Armadas de su país puedan participar en una operación militar internacional en Libia con medios navales y aéreos.
La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, consideró que la actitud del líder libio no ha dejado otra opción a la comunidad internacional que “actuar para proteger a los civiles”.
La canciller alemana, Angela Merkel, reiteró que su país “no participará en las medidas militares pero comparte los objetivos de la resolución”, durante una comparecencia de prensa.
Italia decidió cerrar su embajada en Trípoli y ceder sus bases para lograr una zona de exclusión aérea, mientras que Canadá anunció que enviará aviones de combate CF-18.
En la Haya, el fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Luis Moreno Ocampo, advirtió a Gadafi de que incurrirá en el delito de crímenes de guerra si ataca a los civiles de la ciudad rebelde de Bengasi.
La premio Nobel y líder indígena guatemalteca Rigoberta Menchú, recordó que “las Naciones Unidas tienen una misión número uno, que es la defensa de los derechos humanos de los civiles dentro de un conflicto.”
La Unión Europea alcanzó hoy un acuerdo de principio para ampliar las sanciones contra Libia a nueve entidades y once personas, algunas del sector energético, indicaron varias fuentes comunitarias.
Entre las nuevas medidas, según las fuentes, destaca la congelación de los activos en territorio comunitario de la compañía estatal petrolera libia y sus filiales.
Estas sanciones entrarán en vigor el martes, y el miércoles la UE tomará otra decisión para adaptar la lista de sancionados a la resolución 1.973 que aprobó el Consejo de Seguridad de la ONU.