Según ha informado el Cuerpo Nacional de Policía en un comunicado de prensa, estas personas pertenecían a una organización internacional de trata de seres humanos, dedicada a captar mujeres en Nigeria y trasladarlas a España y otros países europeos para obligarlas a prostituirse hasta saldar una deuda de 50.000 euros.
Las primeras investigaciones, iniciadas en el mes de diciembre del pasado año, permitieron determinar la existencia en Sevilla de un grupo de ciudadanos nigerianos con jerarquía, reparto de funciones y otros indicadores propios de una organización criminal, dedicados a captar mujeres de esa misma nacionalidad para explotarlas sexualmente mediante prostitución callejera.
Las mujeres captadas en Nigeria procedían de estratos sociales de escaso nivel económico y eran engañadas con falsas promesas de trabajo bien remunerado así como de regularizar su situación en España. Las víctimas eran amenazadas y coaccionadas, y los responsables de la red de proxenetas llegaban incluso a utilizar técnicas de magia negra como el 'vudú' para obligar a las mujeres a prostituirse.
La organización disponía de varios controladores, localizados en los países de tránsito entre Nigeria y Europa --Mali, Costa de Marfil, Senegal, Libia, Argelia y Marruecos--, por donde las mujeres eran trasladadas hasta Europa en vehículos todo terreno e incluso a pie. Durante el traslado, las mujeres eran en ocasiones agredidas sexualmente, teniendo conocimiento los agentes de que una de ellas que quedó embarazada fue obligada a abortar.
LIBERADAS TRES MUJERES
Tras conseguir las pruebas oportunas, los investigadores solicitaron a la autoridad judicial los correspondientes mandamientos de entrada y registro de varios domicilios de la capital sevillana donde se encontraban recluidas las mujeres. Así, seis personas fueron detenidas y los agentes liberaron en uno de los inmuebles a un bebé de dos años de edad que se encontraba custodiado por tres de los arrestados.
El niño era hijo de una de las víctimas de la red, que ejercía la prostitución en Italia, y le tenían retenido como forma de coaccionar a su madre para seguir explotándola sexualmente. Por el momento, han sido liberadas de esta explotación tres mujeres, aunque continúan las investigaciones tanto a nivel nacional como internacional para rescatar al resto de víctimas, si bien no es fácil debido al temor de éstas a denunciar los hechos por las posibles represalias que puedan tomar sus explotadores.
La operación ha sido llevada a cabo por la UCRIF de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras, junto con la Comisaría General de Extranjería y Fronteras.