En una conferencia de prensa en Bengasi, Bany dijo que “el frente se sitúa ahora a ambos lados de Briga (a unos 200 kilómetros al oeste de Bengasi)”, donde continúan los combates.
Pese a la progresión de los gadafistas hacia el este, el coronel aseguró que “Ajdabiya no caerá” y recordó que es una de sus líneas de defensa pero no la única.
Según el coronel, las tropas del líder libio, Muamar el Gadafi, están apoyadas por una fuerza de entre 3.200 y 3.600 soldados de la Guardia Republicana chadiana, bajo el mando del vicedirector de la Seguridad Nacional de Chad, Isa Bahar, primo del presidente Idris Deby.
“Es una fuerza muy preparada con armamento pesado y altamente mecanizada”, dijo Bany, quien explicó que los milicianos rebeldes sólo disponen de armas ligeras, por lo que se ha optado por una retirada “táctica” hasta trazar una mejor estrategia para hacerles frente.
Bany destacó que ha sabido de la existencia de este contingente chadiano a través de tres fuentes, una de ellas procedente de Chad.
“Para hacer frente a esta fuerza, necesitamos de armas con las que se puedan destruir tanques y artillería de 155 mm”, que es lo que están empleando los gadafistas, precisó Bany, quien subrayó que otra de las necesidades de los milicianos rebeldes es el entrenamiento en el uso de armas pesadas.
Pese a la cercanía de las tropas progubernamentales, Bany expresó su confianza en que la OTAN cumplirá con la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU del pasado 17 de marzo que autoriza “todas las medidas necesarias” para proteger a la población civil libia de los ataques del régimen de Gadafi.
MUSA KUSA ABANDONA EL PAÍS
El ministro de Asuntos Exteriores libio, Musa Kusa, se ha marchado del país magrebí, según aseguró ayer la cadena de televisión catarí Al Yazira, que cita fuentes propias, y que afirmó que ha huido en dirección a un país europeo.