Muerto Osama Bin Laden, las autoridades de Pakistán, que están en el centro de todas las críticas, estudian ahora qué hacer con los familiares del líder de Al Qaeda que se refugiaban junto a él en la ciudad norteña paquistaní de Abbottabad.
Las fuerzas especiales de EEUU que el lunes ejecutaron el operativo en la vivienda de Bin Laden se llevaron el cadáver del líder terrorista y el de otro adulto -un vástago suyo, según la versión más extendida- pero dejaron en el edificio a varias personas.
Los miembros de las fuerzas de seguridad paquistaníes, que llegaron al lugar después de la operación, se encontraron en el inmueble a cuatro individuos muertos -incluida una mujer- y a más de una decena de personas con vida, entre ellas muchos menores.
Una fuente de la principal agencia de los servicios secretos paquistaníes (ISI) había asegurado a Efe esta semana que Pakistán tiene bajo su custodia a una mujer de Bin Laden -supuestamente de origen yemení-, a una de sus hijas -de 12 o 13 años- y a "entre ocho y nueve menores", que estaban en la mencionada casa.
Algunas versiones de la prensa del país surasiático sitúan, no obstante, en hasta tres el número de esposas -una de ellas podría ser afgana- en manos del aparato de seguridad paquistaní, y dan cuenta de que muchos de los niños son en realidad hijos del propio Bin Laden, un extremo que no ha podido ser confirmado por Efe.
En todo caso, lo que parece claro es que tras su fracaso para dar con el paradero del terrorista más buscado del mundo, las autoridades de Pakistán se enfrentan ahora al nada grato papel de reubicar o acoger a su familia, una decisión que podría herir sensibilidades en las órbitas más islamistas.
Sin ir más lejos, el mulá Abdul Aziz, clérigo de la Mezquita Roja de Islamabad, considerado un bastión del integrismo, declaró este viernes estar dispuesto a adoptar a los niños que fueron encontrados en la casa que habitaba Bin Laden en Abbottabad.
Según varios medios locales, el ministro paquistaní del Interior, Rehman Malik, se desplazó ayer a Arabia Saudí para abordar con la cúpula saudí una posible extradición de familiares de Bin Laden a ese país, aunque fuentes oficiales consultadas hoy por Efe desmintieron esta versión.
El país árabe, no obstante, ya había retirado a Bin Laden la nacionalidad hace más de una década pese a que en su territorio residan aún familiares del líder terrorista.
En un análisis preliminar de la situación, el abogado paquistaní Qasim Wadud argumentó a Efe que todo dependerá de la nacionalidad que tengan los familiares del fallecido líder de Al Qaeda, algo sobre lo que hay poco en claro.
"Si los individuos no están involucrados en crímenes, el Estado paquistaní no los puede retener. Lo lógico es seguir el camino de la extradición", observó la fuente, que agregó que en el caso de la esposa yemení sería a Yemen, aunque algunas informaciones oficiosas apuntan a que este Estado no estaría dispuesto a ello.
Una fuente del ISI ya había indicado a Efe un día después de la muerte de Bin Laden que lo más probable sería que sus parientes fueran repatriados a sus países de origen.
La fuente no pudo precisar cuáles son esos países.
Otra posibilidad -según el abogado Wadud- sería que Pakistán concediese a los familiares del líder de Al Qaeda un estatus de refugiados u optase por nacionalizarlos.
"Se trata de un dilema para Islamabad. Una decisión errónea sobre el futuro de la familia de Bin Laden puede crear más problemas para Pakistán", indicó una fuente oficial citada hoy por el rotativo local "Express Tribune".
Este lunes, el primer ministro paquistaní, Yusuf Razá Guilani, comparecerá ante el Parlamento para explicar la postura de su Gobierno ante la operación de EEUU que dio muerte a Bin Laden y dar detalles sobre la misma.
Una portavoz gubernamental, Farhat Jabeen, expuso a Efe que el Ejecutivo de Guilani "todavía no ha formulado una política sobre qué hacer con los familiares de Bin Laden", aunque deslizó que "seguramente" el primer ministro abordará el asunto mañana.
Según esta fuente, la comparecencia de Guilani, a la que sucederán sesiones parlamentarias de preguntas en los siguientes días, fue decidida ayer en una reunión en el Palacio presidencial a la que asistieron el propio jefe de Gobierno, el presidente, Asif Alí Zardari, y el jefe del Ejército, Ashfaq Pervez Kiyani.
Entretanto, el complejo residencial de Abbottabad donde se refugió Bin Laden en los últimos años sigue cerrado a cal y canto y custodiado por las fuerzas de seguridad paquistaníes, informó hoy a Efe una fuente policial de la ciudad.
Según los medios paquistaníes, la Autoridad Reguladora de Comunicaciones ha prohibido a los medios que se hagan directos para televisión desde las inmediaciones de la casa.