La delegación israelí en la ONU denunciará la violación del derecho internacional y de las resoluciones del Consejo de Seguridad por haber permitido los dos gobiernos árabes que los manifestantes se acercaran a la frontera, según informan medios locales.
En el caso de Siria un centenar de refugiados palestinos derribó la verja de seguridad y varias decenas llegaron hasta la localidad drusa de Majdal Shams, en la meseta del Golán, territorio ocupado por Israel desde 1967.
Soldados israelíes abrieron fuego para impedir que los manifestantes entraran en el territorio bajo su control, mataron a al menos cuatro personas e hirieron a entre 10 y 20.
En el caso de Líbano, el Ejército israelí confirmó que había disparado a las piernas de los manifestantes para que no cruzaran la "línea azul" demarcada por la ONU en 2000.
Pero atribuye las más de diez víctimas mortales y los más de 100 heridos a los disparos del Ejército libanés, que después de varias horas de protestas sí trató de impedir el avance de los manifestantes a la frontera, según portavoces militares.
El diario Haaretz informó de que el Gobierno libanés ya ha presentado una queja contra Israel por las víctimas que su ejército causó entre los manifestantes.
También se registró violencia en la frontera norte de la franja de Gaza con Israel, donde un palestino murió y alrededor de 70 resultaron heridos por fuego de soldados israelíes que dispararon contra cientos de personas que se acercaron en una marcha conmemorativa al cruce fronterizo de Erez.