Entre los detenidos se encuentran tanto homosexuales como miembros de grupos nacionalistas y cabezas rapadas contrarios a las manifestaciones.
Una veintena de personas fueron detenidas este sábado en el centro de Moscú durante varios intentos de celebrar marchas de orgullo gay que no recibieron la autorización del Ayuntamiento de la capital rusa.
"Pese a todo, los activistas intentan celebrar acciones no autorizadas cerca de los jardines de Alejandro, en la plaza del Manezh y también en la calle Tverskaya, cerca del Ayuntamiento", informó un portavoz policial a la agencia Interfax.
Entre los detenidos se encuentran tanto homosexuales como miembros de grupos nacionalistas y cabezas rapadas contrarios a las manifestaciones públicas de minorías sexuales.
Varios homosexuales intentaron manifestarse en la entrada de la plaza Roja y desplegar pancartas con lemas como "Libertad" o "Rusia sin homófobos".
Un grupo de cabezas rapadas les atacó, golpeó e intentó impedirles que pronunciaran sus eslóganes ante la mirada atónita de numerosos turistas.
Tras practicar las primeras detenciones, la policía acordonó la plaza del Manezh, situada frente a las murallas del Kremlin, para evitar la marcha homosexual.
La policía quiere evitar a toda costa los choques violentos con ultranacionalistas y miembros de otros grupos radicales que se han concentrado también en varias zonas del centro de la ciudad.
Las autoridades moscovitas han reforzado las medidas de seguridad en todo el centro de la ciudad, en previsión de incidentes violentos.
El Ayuntamiento de Moscú prohibió la marcha de orgullo gay pese a que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha criticado por ello a las autoridades rusas.
Al justificar su negativa, el consistorio explicó que en las últimas semanas ha recibido numerosas cartas en las que funcionarios, religiosos, políticos y diferentes organizaciones le conminan a impedir las manifestaciones de minorías sexuales.
Desde 2006 las organizaciones homosexuales rusas han intentado manifestarse en Moscú, pero siempre encontraron un no por respuesta en el destituido alcalde de la capital, Yuri Luzhkov, que consideraba las marchas gay "actos satánicos".
El colectivo homosexual tenía muchas esperanzas depositadas en el nuevo alcalde, Serguéi Sobianin, quien ya ha autorizado la celebración de varios actos de opositores y otros grupos minoritarios.
La primera marcha no autorizada de homosexuales de la historia de Rusia tuvo lugar en mayo de 2006 y acabó en una batalla campal en la que los participantes fueron agredidos tanto por nacionalistas e integristas ortodoxos como por la policía.