La operación a ese feto, cuando pesaba 900 gramos, fue la tercera de este tipo del Programa de Medicina y Terapia Fetal del Virgen del Rocío desde que realizó la primera en julio de 2007, que además fue pionera en España, y se practicó el pasado 29 de diciembre a las 26 semanas de gestación, mientras que la niña, llamada María José, nació a mediados de enero.
Así lo han explicado hoy en rueda de prensa el coordinador de ese programa, Guillermo Antiñolo, el jefe de Neurocirugía del centro sevillano, Javier Márquez, y la consejera de Salud de la Junta de Andalucía, María Jesús Montero, quien ha resaltado los "magníficos resultados" en los últimos cuatro años de este innovador plan.
La bebé, que ahora pesa 7 kilos y mide 60 centímetros, sufría mielomeningocele o espina bífida por debajo de las costillas, en la primera vértebra lumbar, lo que se le diagnosticó entre la 22 y 24 semana de gestación en el país de los padres, José y Carolina, y fue derivada a un hospital de Valencia (Venezuela), donde le hablaron del programa que se desarrollaba en la capital andaluza.
Al residir sus abuelos maternos en Sevilla, éstos contactaron con el Virgen del Rocío y, tras analizarse el caso, la Consejería de Salud autorizó la cirugía fetal abierta y, según Márquez, eso les obligó a "correr mucho" para intervenirla, "con todo el ajetreo", el 29 de diciembre, tras lo que nació por cesárea a mediados de enero.
Ha destacado que "fue un bonito regalo de Navidad", pues la niña tiene movilidad en sus piernas y, pese a la gravedad de la lesión, se han conseguido evitar las complicaciones derivadas de esta anomalía, como desplazamiento del tronco cerebral o hidrocefalia.
Este neurólogo ha dicho que la situación de María José es de "casi normalidad clínica y su desarrollo madurativo normal", aunque el control de esfínteres es la "principal preocupación" del equipo y "ya se verá", pues aún es muy pequeña, además de que, en cualquier caso, estos niños tienen alteraciones que se mantienen toda su vida.
Márquez y Antiñolo sí han asegurado que la situación de la niña "es mejor que si no se le hubiera intervenido" dentro del útero, ya que la mayoría de bebés con lesiones de este tipo tienen "defectos severos de movilidad e hidrocefalia", patologías que ella no tiene.
Al acto se ha incorporado la pequeña en brazos de su madre, Carolina, quien ha agradecido a "Dios, a la Consejería andaluz de Salud", "a todo el equipo médico", por su gran categoría humana aparte de la profesional, y a su familia y amigos el apoyo recibido, y que le hayan permitido "disfrutar de esta gran experiencia".
Muy emocionada, Carolina, de 28 años y que tiene otra niña de 2, ha apelado a las madres que están en la misma situación a que tengan "esperanza, porque hay equipos médicos que pueden tratar estos casos y pueden acudir a otros caminos teniendo el conocimiento" de equipos como el de cirugía fetal del Virgen del Rocío de Sevilla, de los más experimentados de Europa en este campo.
Antiñolo ha resaltado el éxito del programa y que un reciente estudio en Estados Unidos confirma que la cirugía de espina bífida durante la gestación ofrece "mejores resultados motores y neurocognitivos" que si se hace tras nacer, aunque hay más riesgo de parto prematuro y para la madre.
Con la participación de una veintena de profesionales y tras ser anestesiada la madre, el útero es expuesto y, tras comprobar la localización ecográfica fetal, éste se abre sin sangrado para corregir el defecto fetal, una técnica patentada por este hospital, junto con un quirófano inteligente portátil en colaboración con un grupo investigador de Física de la Escuela de Ingenieros de Sevilla.
Una vez corregido el problema del tubo neural, se cierra el útero reponiéndose el líquido amniótico, se introduce en el abdomen de la madre y se cierra para que siga la gestación el mayor tiempo posible, mientras que el feto permanece continuamente monitorizado.
Desde 2007, ha recalcado la consejera, se han hecho con éxito diecisiete intervenciones de cirugía fetal abierta, tres de espina bífida y catorce por procedimientos 'exit' (ex utero intrapartum treatment), donde la operación se realiza momentos antes de nacer y con el bebé aún conectado al cordón umbilical, y por los que se han tratado tumores, rescate pulmonar o patologías de la vía aérea.