El artista Fabián Sambola inaugura su exposición '50 años de arte' en la galería Concha Pedrosa
El pasado viernes se inauguró 50 años de Arte, una exposición de Fabián Sambola, en la galería sevillana Concha Pedrosa. Este artista canario, con casa en Sevilla, nos atiende amablemente y nos da claves acerca de la exposición, su vida y su obra.
Profundamente influenciado por Manuel Millares, también recibió clases de maestros como Cirilo Moreno y Santiago Santana. Entre otros galardones recibidos a lo largo de los años, Sambola está especialmente orgulloso de la medalla de oro a la originalidad, recibida en 1969.
Trabajó con Millares durante cinco intensos años hasta que el maestro viajó a Madrid para formar el grupo El Paso con artistas de la talla de Miró, Chillida, Martín Chirino, Viola, Feíto y Tapies, entre otros. Sambola no obtuvo el permiso para viajar a la capital al contar, tan sólo, con 15 años de edad.
En la actualidad continúa con sus obras pictóricas y matéricas, sin dejar el diseño de alta calidad que realiza entre Sevilla y Madrid.
¿En qué consiste esta exposición?
–Aglutina mi trabajo como pintor durante cincuenta años y mi particular homenaje al maestro Manuel Millares, cuando se cumplen cuarenta años de su muerte. Son casi una treintena de obras, desde un cuadro que pinté con nueve años hasta obras terminadas este mismo año.
¿Se considera más un pintor o un decorador?
–Me considero pintor por encima de todo, pero la decoración me ha dado mucho, a nivel económico y de prestigio, aunque también soy diseñador e incluso fui constructor de interiores.
¿Por qué nunca antes había expuesto en Sevilla?
–Aunque tengo casa en Sevilla, sólo he vivido aquí de pasada. Yo pensaba que Sevilla era una ciudad muy costumbrista y que el arte contemporáneo y mi pintura no tendrían mucha cabida aquí. Me equivoqué, ahora sé que esto no es así y que en esta ciudad hay mucha gente culta que entiende y se interesa por el arte.
En sus trabajos de decoración, ¿le gusta rodearse de un equipo de trabajo o prefiere hacerlo solo?
–Me gusta trabajar en equipo, suelo contar con profesionales de diferentes sectores. Yo aporto mi pintura, murales y la idea general del diseño.
¿Considera que la decoración es un arte?
–Si el hecho de decorar consiste en un diseño con contenido artístico, rotundamente sí. Es arte llenar espacios con elementos artísticos de cualquier tipo. Pintura, escultura, fotografía, iluminación o diseño de mobiliario, entre otras cosas, hacen artístico este oficio convirtiéndolo en un acto de creación.
¿Qué significa Millares en su vida y en su obra?
–Todo. La primera vez que lo vi, en el Museo Canario de Las Palmas, yo tenía nueve años. Él preguntaba a los niños acerca de obras expuestas; una vez me preguntó sobre unas momias de aborígenes que hay en ese espacio. Los niños dijeron que no pero yo contesté afirmativamente. Desde ese momento se fijó en mí, vio algo. Se convirtió en mi mentor, convenció a los rectores del orfanato donde yo estaba para que me dieran permiso y poder acudir así a sus clases particulares. Ya no dejé de estar influenciado por él en toda mi vida. En esas clases yo utilizaba el negro de la pizarra, el blanco de la tiza y el rojo. Esto le impactó porque en esa etapa de su vida estos colores eran protagonistas en su obra. Todo lo que es la aplicación de la arpillera en el arte lo aprendí de él, me ha marcado toda la vida e incluso con el tiempo me pedía opinión en ciertos temas.