La agencia de calificación crediticia Fitch Ratings ha rebajado el rating a largo plazo de Banco Santander, BBVA, Bankia y CaixaBank, situándolas en perspectiva 'negativa', como consecuencia del recorte de la nota de España.
En concreto, la agencia de calificación ha rebajado en dos escalones la nota de Banco Santander (de 'AA-' a 'A') y en uno las de BBVA (de 'A+' a 'A'), Bankia (de 'A-' a 'BBB+') y CaixaBank y 'La Caixa' (de 'A' a 'A-').
Asimismo, Fitch ha situado en perspectiva 'negativa' los ratings de Santander, BBVA y CaixaBank, y en perspectiva 'estable' el de Bankia. Además, con esta decisión, da por finalizado el proceso de revisión para una posible rebaja de todas las entidades, a excepción de La Caixa.
En el caso de Banco Santander, la agencia ha afirmado el rating a largo plazo de su filial en el Reino Unido (Santander UK) en 'A+', con perspectiva 'estable'.
Fitch indicó que esta decisión sobre el rating de las entidades financieras refleja la rebaja adoptada el pasado 27 de enero en la calificación de España, que fue recortada desde 'AA-' hasta 'A', debido al "significativo empeoramiento" de la perspectiva fiscal y económica, así como a las tensiones en la eurozona.
Así, estima que "existe una estrecha relación entre el banco y el riesgo del crédito soberano", por lo que considera "inusual" que estas entidades sean valorados por encima de la nota de sus países.
De esta manera, señala que los bancos tienden a tener grandes carteras de deuda soberana nacional y están así muy expuestos, por lo que la rentabilidad y la calidad de los activos son vulnerables a las tendencias macroeconómicas y de mercado.
En concreto, la agencia prevé que el PIB de España no crezca en 2012 y que en 2013 registre un incremento de apenas el 1%, mientras que el desempleo seguirá en una tasa en torno al 23% y el mercado inmobiliario continuará siendo un motivo de preocupación a largo plazo.
APOYO PÚBLICO A LOS BANCOS.
La agencia también añade que la rebaja de España indica la debilidad de su capacidad para apoyar a sus bancos más grandes, aunque espera que las autoridades españolas sigan mostrando un alta disposición a ayudar estas instituciones.
En el caso del Santander, Fitch destaca el comportamiento de las filiales de la entidad presidida por Emilio Botín en Reino Unido, Europa Continental, Latinoamérica y Estados Unidos. Sin embargo, considera que la calidad y la rentabilidad de sus activos en España "continúan siendo afectados por el entorno económico débil".
Respecto a BBVA, señala que la diversificación lograda con sus subsidiarias en América Latina y Estados Unidos le ha ayudado a mitigar alguna de las presiones sobre los beneficios y la calidad de los activos a las que se enfrenta en España. Además, cree que está haciendo "sustanciales esfuerzos" para impulsar su capital y alcanzar el requisito del 9% antes de junio de 2012, así como que es uno de los bancos mejor situados para cumplir con las estrictas normas de provisiones impuestas por el Gobierno.
Asimismo, añade que la rentabilidad y la calidad de sus activos en España seguirá viéndose afectada por el débil entorno económico, aunque señala que las preocupaciones por su exposición al sector inmobiliario española se han mitigado "sustancialmente".
En el caso de CaixaBank, cree que su amplia franquicia minorista en toda España contribuye a una recurrente generación de ingresos, pero advierte de que su actividad está centrada en España, por lo que el deterioro de las perspectivas macroeconómicas y la complicada financiación en los mercados mayoristas seguirán afectándole de forma negativa.
Sobre Bankia, Fitch destaca que su exposición al sector inmobiliario español, la débil calidad de sus activos y la correlación de sus actividades con la débil economía española continuarán afectando a su rentabilidad y a la calidad de sus activos.
Fitch recuerda la elevada dependencia de los mercados de financiación mayorista de Bankia y que se enfrenta a "considerables" necesidades financiación en el medio plazo con un acceso a los mercados de capital "complicado". Además, cree que existe una "alta probabilidad" de que reciba apoyo extraordinario del Gobierno si es necesario.