Al final de su declaración en el juicio, Yagüe ha aludido al exconcejal imputado, al que denunció, y a que "se ha quitado de en medio", asegurando que "tiene un nivel de vida, y yo sé dónde está y cómo vive", por lo que el presidente de la Sala le ha preguntado si tiene "de verdad" conocimiento de dónde se encuentra Fernández, a lo que la que fuera alcaldesa ha respondido que sabe "lo que he oído, lo que he escuchado". "Que lo busquen en Argentina", ha apuntado.
En este sentido, la exregidora ha explicado que en el aeropuerto de Buenos Aires "se lo encontró un señor amigo de mi familia y todavía estaba yo en la cárcel" y ha añadido que "otra persona que sabía que estaba en Argentina y que se encontró allí y estuvo con él" fue el empresario acusado en esta causa Ismael Pérez Peña --que reconoció los hechos por los que se le acusa--, apuntando que esto lo conoce "por personas que él se lo ha comentado".
Ha indicado que la Policía "podía haber encontrado a Carlos Fernández", quien cuando se desarrolló la operación policial alegó que estaba haciendo el Camino de Santiago, aseverando que "nada más que con el teléfono que llevaba sabía dónde estaba en el Camino de Santiago y nunca fueron a por él". "¿Por qué?", se ha preguntado, contestando: "porque Carlos Fernández tenía mucho que ver en todo esto, él no perdonó que lo echáramos" del equipo de gobierno.
Al respecto, el presidente de la Sala ha acordado al finalizar la sesión que se remita testimonio de lo declarado por la exregidora marbellí a la Comisaría de Policía "a los efectos legales oportunos". El juicio continuará este martes con otras declaraciones de acusados en la causa.
URBANISMO
Yagüe ha negado de nuevo, como ya hizo en el careo con el principal acusado y presunto cerebro de la supuesta trama, Juan Antonio Roca, que recibiera dinero para actos relacionados con su ejercicio como alcaldesa y mucho menos ilegales. "Es que no he cometido ninguna ilegalidad", ha asegurado, añadiendo que sus principios "son honrados y están por encima de todas estas barbaridades que se están diciendo".
Sobre las resoluciones urbanísticas, ha insistido en que "nunca" hizo "nada" contrario al planeamiento y a lo que decían los técnicos, ya fueran de urbanismo, el interventor o el secretario --también acusado en la causa--. En concreto, respecto a los convenios, ha indicado que no negoció ninguno de ellos porque "no era mi competencia ni sabía hacerlo".
Ha dicho no saber los intereses económicos particulares que supuestamente tenía Roca en determinadas operaciones urbanísticas y "si los tenía, en su derecho estaba", ha apuntado; y ha reiterado que seguramente éste intervino en las conversaciones de la mayoría de los convenios suscritos, admitiendo que "en todo me he apoyado en él, le he preguntado para todo, porque él sabía de todo, por eso está todo perfectamente hecho".
En este sentido, ha indicado que tenía plena confianza en su entonces asesor urbanístico, aunque ha explicado, respecto de los convenios, que "el señor Roca lo podrá haber tratado, podrá haber dicho que estaba bien, habrá negociado el precio, pero después ha ido al técnico y cuando ha llegado a mi cualquier papel ya venía informado por el secretario, el interventor o los técnicos correspondientes".
"Siempre he tenido mi conciencia muy tranquila de que todo esto que estábamos haciendo era perfecto", ha indicado, añadiendo: "todo lo hemos hecho inmaculado". Además, ha afirmado que no se le advirtió de reparos por parte del interventor y ha reiterado que fueron "de la mano" de la Junta de Andalucía, haciendo "todo lo que ellos querían" en el aspecto urbanístico, a pesar, ha apuntado, de las diferencias de criterios dentro del mismo Gobierno andaluz, aludiendo a conversaciones con cargos de la Junta.
La exregidora ha asegurado que se ha rebajado "delante de esta gente", en referencia a la Junta andaluza, yendo incluso "en contra de mis principios por el bien de Marbella", aunque ha advertido de que "si yo llego a enterarme antes de lo de los ERE me iba a haber puesto en las manos de esta gente".
Sobre los empresarios acusados, ha dicho no conocer a algunos y sí a otros. En concreto, sobre la promotora Aifos, ha dicho que el hotel Guadalpín fue cliente de las empresas de su padre desde que abrieron y ha apuntado que "le han dejado a deber por lo menos 70 u 80 millones de pesetas, que no los va a cobrar ya nunca", indicando que iban a comer al restaurante y pagaba su padre "con dinerito, porque no es de llevar tarjeta".