En la fase de informes al jurado popular, la Fiscalía de Sevilla solo ha acusado a Antonio G.S. de un delito de asesinato ya que, a su juicio, cuando descuartizó el cuerpo de Laura lo hizo para deshacerse de él y evitar ser descubierto y no para "ultrajar la memoria de los muertos", que es lo sancionado en el Código Penal.
La acusación particular de los padres y exesposo de Laura ha pedido 25 años de prisión por asesinato y cinco meses por profanación de cadáveres, y la defensa únicamente ha aceptado este último delito, de acuerdo con la declaración del acusado de que la víctima se apuñaló a sí misma.
El fiscal ha dicho en su informe que la trayectoria de las tres puñaladas en el pecho que presentaba la víctima es incompatible con una autolesión, ha destacado que ninguna de las pruebas de la Policía o de laboratorio han apoyado la versión del acusado y ha afirmado que Antonio G.S., de 31 años, es "una mala persona", aunque no un loco.
"Una cosa es un loco de andar por casa y otra un loco técnicamente hablando", que no se da en este caso, ha afirmado el fiscal Luis Carlos Rodríguez León.
Por su parte, el abogado de los padres, José Estanislao López Gutiérrez, ha manifestado que todo lo declarado por el acusado sobre la noche del crimen, el 30 de agosto de 2010, tanto la supuesta insinuación sexual que le hizo Laura como el consumo conjunto de alcohol y drogas es mentira porque Antonio G.S. "ha venido a burlarse de la justicia y a salir lo mejor parado posible".
Ha hecho alusión a las diferentes versiones que fue dando el acusado, desde el primer amigo al que pidió ayuda para trasladar el cadáver hasta lo declarado ante la Policía y en el juicio, para afirmar que "cuando alguien cambia de versión tantas veces, es que está mintiendo".
Antonio G.S. "tiene una personalidad agresiva y violenta" y sus mentiras abarcan a las dos condenas que acumula, en las que no es cierto que intentase defender a una mujer maltratada, como dijo en su declaración, según el abogado.
López Gutiérrez ha retirado su anterior acusación de intento de agresión sexual pero ha hecho un relato de lo sucedido según el cual la norteamericana, de 49 años, que pesaba 50 kilos y medía 153 centímetros, se trasladó a casa del acusado y allí recibió "golpes brutales" que le rompieron un diente y le dejaron un hematoma en el ojo, otro en la frente y varios en la espalda y brazos.
Cuando quedó inconsciente y aturdida, Gordillo trasladó el cuerpo al cuarto de baño ya con la intención de matarla, pues sabía que lo sucedido "le podía acarrear consecuencias" y allí la apuñaló tres veces con tal fuerza que cada golpe fracturó una costilla, según el abogado de la acusación.
El jurado popular que enjuicia el caso emitirá su veredicto posiblemente el jueves, han informado a Efe fuentes del caso.
