"Algunas personas me parecían más izquierdistas que otras", declaró Breivik en el sexto día de su comparecencia. Durante la matanza de la isla de Utoya, explicó, apuntó con su fusil y su pistola a los jóvenes de aspecto "marxista" y perdonó a los que parecían más conservadores. "Si una persona parecía de derechas, si ésa era su apariencia, entonces no le disparaba", explicó.
Breivik ha explicado con detalle cómo el pasado 22 de julio colocó un coche bomba frente a edificios del Gobierno en Oslo, que causó ocho muertos, y cómo poco después llevó a cabo la masacre durante un campamento de las juventudes laboristas en Utoya, en la que mató a 69 personas, en su mayoría adolescentes.
"LO PASADO, PASADO ESTÁ"
Durante su comparecencia de este lunes, el ultraderechista noruego expresó sus primeras disculpas a las ocho personas que perdieron la vida y a las más de 200 que resultaron heridas por el coche bomba de Oslo.
"Me gustaría decirles que estoy profundamente apenado por lo ocurrido, pero lo pasado, pasado está", manifestó. En todo caso, afirmó, su acto fue "una barbaridad menor para impedir otra mayor".