El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha asegurado este lunes que "pronto, a lo largo de este año" se pondrán en marcha nuevas medidas económicas que "no tendrán más objetivo, por difíciles que sean", que procurar el crecimiento de la economía y la creación de empleo.
"Estos son tiempos de grandes decisiones. Tendremos que tomar muchas en las próximas fechas, pero la principal ya la hemos tomado: corregir lo que haya que corregir y reformar lo que haya que reformar", ha enfatizado el presidente, que ha agradecido a la sociedad española la "entereza y solidaridad" con la que está enfrentando la crisis.
Durante su intervención en la Asamblea General de la CEOE, Rajoy no ha entrado en más detalles sobre qué grandes decisiones "difíciles" tomará el Gobierno español a corto plazo y ha centrado su discurso en Europa y en la necesidad de que sus Estados miembros y el Consejo Europeo que se celebra esta semana lancen el mensaje de que el euro es un proyecto "irreversible".
En su discurso, el presidente apenas ha hecho mención al rescate a la banca que el Gobierno español ha pedido de manera formal al Eurogrupo este mismo lunes y se ha limitado a recordar las cifras ofrecidas por Oliver Wyman y Roland Berger en sus evaluaciones, hasta 62.000 millones de euros en el escenario más "altamente improbable", en palabras de Rajoy.
Ha indicado que las entidades deberán hacer un esfuerzo importante por recapitalizarse y, ha recordado, que "si no llegan por sí mismas", España cuenta con "sus socios europeos", quienes a su vez también pedirán "esfuerzos" a las entidades que reciban esas ayudas.
"La finalidad de este ejercicio es acabar con la incertidumbre en los mercados y lograr que el crédito llegue a familias y empresas", ha subrayado el presidente del Gobierno, que ha insistido en que "en los días más difíciles, las turbulencias forman parte inevitable de la salida de la crisis".
No obstante, el jefe del Ejecutivo se mostrado convencido de que España superará esas "turbulencias" porque ya ha tomado medidas que la sitúan en el "buen camino", un camino del que, ha dicho, que no piensa desviarse.
Rajoy ha destacado ante un numeroso grupo de empresarios que las reformas estructurales son necesarias en España, pero también en Europa, no sólo para asentar las bases para el crecimiento, sino también porque aportan confianza y credibilidad.
"Se requieren acciones decididas y valientes, no sólo a nivel interno también en la UE. La situación en Europa está en el punto de mira de los mercados, las tensiones aumentan y ello ya está afectando al crecimiento de la UE. De no revertirse, tendría consecuencias sobre los países de la Unión", ha advertido.
Por este motivo, Rajoy ha defendido la necesidad de relanzar una agenda europea de reformas, en la que prestar atención a la movilidad de los trabajadores y al paro juvenil, y en avanzar hacia una mayor integración fiscal, con una autoridad fiscal que coordine las políticas de los Estados miembros y controle la ejecución presupuestaria.