En declaraciones que publicaba ayer el diario italiano Corriere della Sera, Alarcón Ramírez afirma que la muerte del Che “se debió a una maquinación de la que son responsables Fidel Castro y la Unión Soviética”.
Benigno es uno de los tres guerrilleros que tras la muerte del Che, el 8 de octubre de 1967 en Bolivia, logró eludir la persecución de las tropas bolivianas y llegar a Chile.
“Los soviéticos consideraban a Guevara una personalidad peligrosa para su estrategia imperialista y Fidel se plegó por razones de Estado, visto que la supervivencia de Cuba dependía de las ayudas de Moscú. Y eliminó a un compañero de lucha molesta. El Che era el líder más amado del pueblo”, afirma.
Alarcón Ramírez asegura que querían exportar la revolución, pero que fueron abandonados en la jungla boliviana.
“El Che fue al encuentro de la muerte sabiendo que había sido traicionado”, asegura Benigno, que entró a los 17 años en el grupo del comandante Camilo Cienfuegos después de que los soldados del dictador Fulgencia Bastista incendiaran su finca en Sierra Maestra y mataran a su esposa, Noemi, de 15 años, embarazada de ocho meses.
Asegura que él disparaba mejor que nadie, pero que no sabía qué era el socialismo y que el Che se lo “enseñó todo”.