El fiscal Luis Moreno Ocampo abrió sus alegatos asegurando que entre 2002 y 2003 Lubanga “cometió uno de los crímenes más serios (...): crímenes contra niños”.
Moreno Ocampo denunció ante los jueces que estos niños de la etnia Hema tuvieron que empuñar un arma a edades tan tempranas como los nueve años.
Los fiscales explicaron que Lubanga exigía a cada familia de la etnia Hema que aportara un hijo para su milicia que “fuese capaz de transportar un arma”.