El repunte de la violencia coincide con una intensificación de los contactos para acordar una tregua entre Israel y el grupo islamista Hamas con la mediación de Egipto, un proceso que continúa sin concretarse desde que hace casi un mes las partes enfrentadas declararan de manera unilateral y provisional un alto el fuego en la zona.
El bombardeo de la aviación israelí tuvo como blanco un túnel cavado entre la población de Rafah, en el sur de la franja, y el territorio egipcio, y que según fuentes militares israelíes, era empleado para el contrabando de armas.
En el ataque no se registraron heridos y se produjo poco después de que dos cohetes disparados desde Gaza impactaran en zonas del territorio israelí aledañas a la franja, sin causar víctimas.
Ninguna facción armada palestina ha asumido la autoría del lanzamiento de los proyectiles, como viene siendo habitual desde la entrada en vigor del alto el fuego temporal en la zona.
Según las fuerzas de seguridad israelíes, desde entonces al menos 45 proyectiles de mortero, cohetes Al Kasam y del tipo Grad, de 122 milímetros, fueron disparados desde Gaza a Israel.
Los disparos fueron contestados por ataques del Ejército israelí, que no había recurrido, sin embargo, hasta ayer a los F-16 para esas operaciones de represalia.
Por otra parte, durante la jornada se han difundido informaciones contradictorias sobre la muerte de un palestino residente de la población de Beit Lahia, en el norte de Gaza, en un suceso en el que resultaron heridas otras cinco personas, tres de ellas de gravedad.
El jefe del servicio de urgencias del Ministerio de Sanidad en Gaza, Moawiya Hasanín, manifestó que un tanque israelí disparó contra el barrio de al Atatra de Beit Lahia y mató al palestino, identificado como Rajab Sohob, de 25 años de edad.
Sin embargo, testigos y fuentes de seguridad del movimiento islamista Hamas, que gobierna en Gaza, dijeron que el joven murió por lo que calificaron como un “accidente de trabajo”, como se conocen las estallidos no intencionados al ser manipulados artefactos explosivos.
El Ejército israelí negó cualquier actividad en el área.
