El tiempo en: Aljarafe
Sábado 16/11/2024
 
Publicidad Ai

España

Suárez, el hombre que creyó en el centro político

Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai

Adolfo Suárez siempre creyó en el centro, fundó la Unión de Centro Democrático (UCD) con la que, tras la muerte de Franco, ganó las dos primeras elecciones generales de la democracia, y después el Centro Democrático Social (CDS), un experimento que no cuajó.

Era el 3 de mayo de 1977. El país hervía políticamente y Suárez consiguió aglutinar a 15 partidos de centro, cinco de ellos regionales y de diferente procedencia y creó la UCD, que después sería un único partido.

Junto a Suárez se colocaron líderes políticos democristianos y socialdemócratas, otros procedentes del Movimiento Nacional ("azules") y personalidades relevante como Fernando Álvarez de Miranda, Manuel Clavero, Francisco Fernández Ordoñez, Rodolfo Martín Villa, Pío Cabanillas, Enrique Larroque o Joaquín Garrigues Walker, entre otros.

Ese 3 de mayo, fecha del nacimiento de la UCD, Suárez anunció que encabezaría la lista por Madrid para las inminentes elecciones del 15 de junio de ese año, las primeras de la democracia.

La UCD las ganó. Logró 166 diputados y 106 senadores y se convirtió en la primera fuerza del país.

Suárez formó el que sería el tercer Gobierno de la Monarquía de Juan Carlos I y el primero de la democracia.

El triunfo electoral llevó a la coalición a convertirse en partido único y la UCD fue inscrita como tal en agosto de 1977. El partido centrista se definía como "democrático, interclasista, reformista y nacional".

Un año después, en octubre de 1978 celebró su primer congreso y Suarez fue proclamado presidente.

En las elecciones del 1 de marzo de 1979, UCD revalidó su triunfo con 168 diputados y 115 senadores, lo que permitió a Suárez continuar como presidente del Gobierno, ahora ya primero de la etapa constitucional.

Los triunfos electorales no impidieron, sin embargo, que comenzarán en 1980 las críticas contra Suárez desde su propio partido.

Esas críticas internas, cada vez más duras, junto a las de la oposición socialista y de los sectores sociales, le llevaron a dimitir como presidente del Gobierno el 29 de enero de 1981, un mes antes del fallido intento de golpe de Estado del 23 de febrero.

Suárez fue sustituido al frente del Gobierno por Leopoldo Calvo-Sotelo.

Además de abandonar el Ejecutivo, también dimitió como presidente de la UCD, en la que fue sustituido por Agustín Rodríguez Sahagún.

A partir del verano de 1981, Unión de Centro Democrático atravesó una grave crisis interna, causada por la confluencia de muchas personalidades de gran peso político en un partido que era muy joven y no tenía una estructura consolidada.

Los enfrentamientos llevaron en noviembre de 1981 a abandonar la UCD 16 diputados socialdemócratas, encabezados por Francisco Fernández Ordóñez, que después se pasaría a las filas del PSOE.

En junio de 1982 el democristiano Óscar Alzaga también abandonó el barco de UCD y formó el Partido Demócrata Popular (PDP).

Adolfo Suárez terminó marchándose de la UCD en julio de 1982 pero ese mismo mes fundó otro partido, el Centro Democrático y Social (CDS) con el que se presentó a las elecciones generales de octubre de 1982, que ganó por mayoría absoluta el PSOE.

El CDS sólo obtuvo dos escaños en el Congreso, el suyo por Madrid y el de su hombre de confianza Agustín Rodríguez Sahagún por Ávila.

La UCD, sin Suárez como cabeza de cartel, por su parte, sufrió un fuerte descalabro en esas elecciones, en las que sólo obtuvo 12 escaños en el Congreso y cuatro senadores.

El declive del partido centrista fue a más y ese mismo año abandonaron el barco los liberales y los socialdemócratas. En febrero de 1983 UCD se disolvió.

El CDS, en el que se integraron exmiembros de la UCD, emprendió su consolidación a lo largo de esa legislatura y en las elecciones generales de junio de 1986 se convirtió en la tercera fuerza más votada, con 19 diputados y 3 senadores.

En septiembre de 1986 celebró su II Congreso en Barcelona, con un marcado giro hacia la socialdemocracia y deseoso de reconstituir una alternativa centrista.

Suárez contó, entre otros, con el catedrático de Derecho Político Raúl Morodo, cofundador junto con Enrique Tierno Galván del Partido Socialista popular, así como Rosa Posada, que ya había sido Secretaria de Estado para la Información y portavoz del Gobierno con Suárez.

Pero en 1989, el CDS sufrió cuatro derrotas electorales -en las elecciones europeas, andaluzas, generales y gallegas- que abrieron una profunda crisis en el partido y la creación de un nuevo "sector renovador".

En el III Congreso, en Torremolinos (Málaga)en febrero de 1990, pasó de "reformador, popular y progresista" a ser un "partido social-liberal y progresista". Suárez fue reelegido presidente.

Pero de nuevo los malos resultados de las elecciones municipales y autonómicas del 26 de mayo de 1991, supusieron el inicio del fin del CDS.

El 25 de octubre de 1991, antes de que acabara la IV Legislatura, Suárez renunció a su acta de diputado y se alejó de la política activa.

Habían pasado 14 años desde ese 1977 en el que Suárez encandiló a los españoles que le dieron el voto en las primeras elecciones de la democracia.

Rafael Ortega Calvo fue elegido presidente del partido, que se convirtió en extraparlamentario tras las elecciones de junio de 1993 e inició una etapa de crisis que culminaría con su integración en el Partido Popular (PP).

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN