El presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, ha exigido la reforma "urgente" de un sistema de financiación que daña "de forma extrema" al archipiélago y que ha calificado, junto a otras comunidades autónomas, como "injusto, desequilibrado e insostenible".
En su blog personal, Paulino Rivero ha detallado que, según la última liquidación del sistema de financiación referida a 2012, Canarias se sitúa por cuarto año consecutivo como la comunidad peor financiada de España, recibiendo de nuevo en torno a 800 millones de euros menos que la media del conjunto de las autonomías y 3.000 millones desde 2009.
Para el presidente canario, el actual modelo de financiación es "un sistema perverso que nos mantiene a la cola en los ingresos estatales para sufragar la sanidad, la educación y los servicios sociales; un sistema insuficiente que no cubre las necesidades ni el gasto social generado, y un sistema injusto que amplifica las diferencias entre ciudadanos según el territorio donde vivan".
En este sentido, si Canarias se compara con la comunidad mejor financiada, la diferencia en 2012 llega a los 1.950 millones de euros menos. Además, supone que cada canario recibe 353 euros menos que la media del resto de los españoles y 887 euros por debajo de los mejor financiados.
UNA PROMESA ROTA
Paulino Rivero quiso recordar que el Gobierno del PP adquirió el compromiso de reformar el actual sistema. "Sin embargo, han roto su promesa y, al igual que ocurriera con la rebaja fiscal, es la agenda electoral la que les marca el paso aunque suponga quebrantar el precepto constitucional que les obliga a velar por la equidad en el reparto de los recursos", señaló el mandatario canario.
En el último Consejo de Política Fiscal y Financiera, el ministro Montoro justificó este cambio de opinión asegurando que el Gobierno no iba a promover un debate de agravios entre comunidades, algo con lo que Rivero se ha mostrado crítico, ya que, a su juicio, "los agravios ya existen" y sólo se corrigen "equilibrando los recursos".
Para ello, Rivero ha insistido en pedir --junto con Andalucía y otras comunidades-- la convocatoria de una conferencia de presidentes autonómicos que ponga "encima de la mesa --y no debajo como pretenden dejarlo-- un problema que trasciende lo político y lo conveniente desde el punto de vista electoral".
Pero si finalmente no hay reforma, el presidente canario entiende que al menos deben fijarse compensaciones transitorias que "acaben con los agravios de los que el Estado no quiere oír ni hablar ahora", ya que "está en juego el Estado del bienestar que tanto esfuerzo ha costado alcanzar y que hay que mantener a toda costa".