El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rumanía considera una “provocación” las acusaciones del Gobierno de Moldavia y tacha de “aberrantes” las restricciones que ha impuesto a la entrada en el país de ciudadanos rumanos.
La Cancillería rumana señala que es “inaceptable que el Gobierno comunista de Chisinau haga responsable a Rumanía y a sus ciudadanos de los problemas internos de Moldavia”. El presidente moldavo anunció ayer que los ciudadanos rumanos sólo podrán entrar en el país con visado.