Desde Dubai, donde se encuentra la sede de la televisión, su director, Nabil al Jatib, explicó que las autoridades “no ofrecieron ninguna explicación para cerrar la oficina”.
No podrán emitir “en un momento en el que se producen disturbios y protestas protagonizadas por reformistas por lo que consideran unas elecciones fraudulentas”, aclaró.
El corresponsal de la cadena en Teherán explicó que el Ministerio de Información iraní le había pedido la sustitución de algunas informaciones propias por otras difundidas por la agencia oficial iraní.