“Mi Gobierno propone hoy una reforma radical del sistema de regulación financiero, una transformación a una escala no vista desde las reformas que siguieron a la Gran Depresión”, afirmó Obama durante un discurso en la Casa Blanca.
Subrayó que el plan anunciado ayer persigue un “cuidadoso equilibrio”.
“El libre mercado ha sido y seguirá siendo el motor del progreso estadounidense”, destacó, para insistir que el sector empresarial es más eficaz a la hora de crear empleo que el Gobierno.
Recalcó que el papel del Estado no es el de reprimir a los mercados “sino el dar rienda suelta a su creatividad e innovación”.
Por lo demás, culpó de la actual recesión a las décadas de "errores y oportunidades perdidas" y a la falta de un marco apropiado para lidiar con abusos y excesos.
Recordó que en los últimos años se multiplicaron los instrumentos financieros complejos, como los activos respaldados por hipotecas, cuyo objetivo era distribuir el riesgo pero que en realidad no hicieron más que concentrarlo.
Fueron esquemas construidos sobre "arenas movedizas" que alimentaron un apetito de riesgo desenfrenado, que llevó a las entidades crediticias "a rebajar sus estándares para atraer nuevos prestatarios", dijo el mandatario.
"Muchos estadounidenses compraron casas y pidieron dinero prestado sin informarse adecuadamente sobre los términos y sin a menudo aceptar sus responsabilidades", afirmó.
"Este no fue simplemente un fallo de los individuos, fue un fallo de todo el sistema", afirmó.
Insistió en que su Gobierno se ha propuesto crear unos cimientos más sólidos para lo que apostará por las energías renovables, la mejora de la educación y una reforma sanitaria que ofrezca cobertura médica universal.
"Esos nuevos cimientos también requieren unos mercados financieros robustos, vibrantes, que operen de forma transparente y justa para proteger a los consumidores y a la economía de la devastadora descomposición de los años recientes", dijo Obama.
Destacó que las nuevas reglas no desincentivarán la innovación sino que se traducirán en "un mercado más vibrante".
Indicó que el plan anunciado ayer busca no sólo que los reguladores se preocupen por la solidez de instituciones individuales sino, "por primera vez, de la estabilidad del sistema en su conjunto".