El ataque se produjo en un mercado popular cercano a la huseiniya (mezquita chií) de Al Rasul en la zona de Tazet, de mayoría turcomano chií, a unos 30 kilómetros al sur de Kirkuk, según la fuente, que con anterioridad había señalado que las víctimas era al menos 35 muertos y unos 170 heridos.
Además, unas 45 viviendas de adobe fueron destruidas por el estallido.
Por su parte, fuentes policiales, citadas en la página web del Gobierno de la Región Autónoma del Kurdistán iraquí, indicaron que a bordo del camión viajaba un terrorista suicida que detonó los explosivos cerca de la huseiniya.
Kirkuk, capital de la provincia del mismo nombre y situada a unos 250 kilómetros al norte de Bagdad, es una zona rica en petróleo que se disputan árabes, kurdos y turcomanos.
El atentado de hoy es el más mortífero en Irak desde el perpetrado el pasado 20 de mayo en la capital en el que fallecieron cuarenta personas y 85 resultaron heridas.
El ataque se produce semanas antes de que las tropas de EEUU presentes en Irak inicien su retirada de los centros urbanos el próximo día 30, de acuerdo con el pacto de seguridad firmado por Bagdad y Washington en diciembre pasado, que estipula un repliegue total estadounidense del país árabe antes del 2012.
Por su parte, el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, afirmó ayer que la retirada de las tropas de EEUU de las ciudades de Irak, que se iniciará el próximo 30 de junio, supone “una gran victoria” para el pueblo iraquí.
“Significa el primer paso para la salida de todas las fuerzas extranjeras de nuestro territorio. Estoy convencido, y ustedes también, que algunas fuerzas oscuras no desean que celebremos ese día”, remarcó Al Maliki en un discurso en una conferencia de partidos turcomanos en Bagdad.
Asimismo, el jefe del Gobierno advirtió de que esas fuerzas, que no identificó, se preparan para destruir los logros obtenidos por el Ejecutivo iraquí en el ámbito de la seguridad, aunque aseguró que este no lo permitirá, porque mantendrá la vigilancia.
Además, Al Maliki pidió a los iraquíes que conviertan el próximo día 30 en una jornada consagrada “a la unión nacional y al desafío contra los planes de los saboteadores que desean ensombrecer ese día”.
También, el primer ministro instó al pueblo iraquí a participar en las elecciones legislativas del próximo año, que “establecerán las bases de la estructura del Estado”, y a las que están llamadas todas las comunidades del país.