La juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela ha dejado en libertad a cuatro de los siete encarcelados por la agresión del pasado 15 de octubre a dos guardias civiles y sus novias en Alsasua (Navarra) al considerar que, una vez finalizada la instrucción, es "difícil" que puedan ocultar, alterar o destruir fuentes de prueba o que puedan actuar contra bienes jurídicos de las víctimas.
Los beneficiados por la medida son Aratz Urrizola, Julem Goikoetxea, Jon Ander Cob e Iñaki Abad que abandonarán la cárcel con la obligación de comparecer en el juzgado más próximo a su domicilio dos días a la semana, prohibición de salida del territorio y retirada del pasaporte.
Respecto de los tres restantes --Jokin Unamuno, Adur Ramírez de Alda y Oihan Arnanz-- la juez señala que "no puede asegurarse que, de quedar en libertad, no vayan a atentar contra bienes jurídicos de las víctimas o incluso puedan cometer otros hechos delictivos".
La titular del Juzgado de Instrucción número 3 tiene en cuenta su especial liderazgo y protagonismo en los hechos. La magistrada precisa que fue Unamuno "quien inició la actividad frente a las víctimas" y las increpó y pidió que abandonaran el local. También se ocupó de avisar por teléfono a otras personas, entre las que se encontraba Ramírez de Alda.
"Ambos tuvieron participación muy activa en los golpes propinados a los agentes y sus parejas", dice el auto que también desvela que Arnanz fue el primero que se dirigió al teniente y le preguntó si era "un madero" cuando se dirigía a los servicios.
Este último fue uno de los que golpeó "con más saña" ya que se movía y acercaba continuamente a los dos agentes "de forma desafiante y chulesca". "Llegó a intimidarles al acercar la cabeza constantemente, como si les fuera a dar un cabezazo y les increpaba diciéndoles que qué hacían allí", dice el auto que agrega que se ensañó también con el sargento "dándole patadas y pisándole" y que se encaró con uno de los agentes de la policía foral que acudió y levantó el puño en su contra.
MIEMBROS DE LOS INDAR GORRI
El auto vincula a dos ellos, Ramírez de Alda y Arnanz, con los ultras del Osasuna, los Indar Gorri. Sobre Arnanz, la magistrada precisa que ya ha participado en otras agresiones y que fue detenido en 2012 por la Policía municipal de Pamplona tras protagonizar una agresión a integrantes de la peña 'El charco de Osasuna' que les habían recriminado su comportamiento violento. En cuanto a Ramírez de Alda, precisa que fue detenido en enero de este año por pertenencia a un grupo criminal violento relacionado con estos ultras.
La juez se refiere también al colectivo Ospa Mugimendua y a los actos anules Ospa Eguna y precisa que Unamuno y Ramírez de Alda se encuentran entre sus principales promotores. Reseña distintas movilizaciones y actos del movimiento en el que ambos participaron y destaca que se han detectado las huellas del segundo en carteles con fotografías de miembros de ETA y pancartas con el anagrama de la organización terrorista.