El expresidente del Gobierno y presidente de la Fundación FAES, José María Aznar, ha remarcado este lunes en Valencia que "impuestos altos, déficit y deuda" son lo contrario "del círculo virtuoso en que la economía española debe anclar su crecimiento y, por tanto, el empleo y la viabilidad futura del Estado de bienestar".
Aznar ha recalcado que "la estabilidad presupuestaria y las reformas estructurales no son una opción sino un imperativo, si se quiere dejar atrás la crisis y participar con éxito en la economía global".
Así lo ha indicado Aznar en un almuerzo de trabajo con la Asociación valenciano de Empresarias (AVE) donde ha hecho un repaso a la situación económica de España y la Comunitat Valenciana. A su llegada al encuentro, el expresidente ha eludido hacer declaraciones a los medios de comunicación y valorar su relación con el PP, a cuya presidencia honorífica renunció el pasado 21 de diciembre.
En su intervención, ha subrayado que el actual desafío de la economía es "la sostenibilidad de la recuperación y la continuidad en la creación de más y mejor empleo de forma que sus beneficios se extiendan a quienes más han padecido la crisis" y el principal riesgo de esta recuperación económica es "el riesgo político interno".
"Los vientos de cola no van a soplar tan fuertes y eso hace necesario reemprender el camino de las reformas, retomar una verdadera agenda reformista que está incompleta. Sin reformas, no se corregirán los desequilibrios que lastran todavía la economía española", ha advertido Aznar.
No obstante, ha lamentado que la "fragmentación" parlamentaria y el gobierno en minoría constituyen "un escenario poco propicio para las reformas" y, más aun, la tendencia de que "los pactos se cierren a base de incrementos de gasto y de compromisos que no incluyen reformas de calado". Así, y aunque ha reconocido las "actuales limitaciones" de un gobierno en minoría --después de cuatro años de mayoría absoluta--, ha apelado a la "responsabilidad" de las fuerzas políticas para llegar a pactos.
A su juicio, el dilema de este tiempo "no puede ser el de elegir entre acuerdos o reformas" porque se necesitan "las dos para ensanchar con urgencia la parte productiva de la sociedad española", ha manifestado. "Esta debe ser la respuesta estratégica a las tendencias de fondo que desequilibran nuestro modelo de bienestar", ha apuntado el expresidente del Gobierno.
En este sentido, ha indicado que "no es bueno" que se asiente la creencia de que la única forma de reducir el déficit público consiste en subir los impuestos ni que se vea el déficit público como elemento generador de crecimiento y empleo y se acuda a la deuda como un recurso indoloro para pagar el Estado del bienestar porque "el precio de la deuda no lo decide quien la vende sino el mercado, y eso es tanto como poner el coste y el futuro del bienestar en manos de algo siempre imprevisible, pero que difícilmente seguirá siendo tan favorable como lo ha sido últimamente", ha advertido.
Así, ha alertado de que "todo lo que se paga con deuda se paga más caro" y, en este punto, ha manifestado que "no tiene sentido" el proponer el recurso a la deuda como solución a un problema de sostenibilidad estructural del sistema de pensiones porque "eso es proponer como solución que el sistema siga igual pero que su coste sea imprevisible y en todo caso más caro".
VIABILIDAD FUTURA DEL ESTADO DE BIENESTAR
"Impuestos altos, déficit y deuda son lo contrario del círculo virtuoso en que la economía española debe anclar su crecimiento y, por tanto, el empleo y la viabilidad futura del Estado de bienestar", ha aseverado Aznar, para quien "la estabilidad presupuestaria y las reformas estructurales no son una opción sino un imperativo, si se quiere dejar atrás la crisis y participar con éxito en la economía global".
Por ello, ha argumentado que mantener déficits públicos elevados hace "vulnerables" porque supone "depender de políticas monetarias que es seguro que irán girando hasta ser menos favorables". Asimismo, ha apuntado que los niveles de endeudamiento elevados "restan crecimiento económico, detraen recursos de la economía productiva y crean una espiral de casi imposible salida" por lo que "relajar los esfuerzos por reducir los niveles de déficit público sería una decisión equivocada, tanto como aceptar la falsa dialéctica que contrapone rigor fiscal y crecimiento".
"El déficit público persistente en el tiempo no crea empleos y los empleos que no estén soportados por reformas económicas sino por déficit se irán con el ciclo económico y el déficit se quedará", ha afirmado.
REFORMA FISCAL INTEGRAL
Para el que fuera presidente del Gobierno entre 1996 y 2004, España "debe acometer una reforma fiscal integral" que no tienen que estar cimentada en "subir o bajar este o aquel impuesto", sino que debe de "orientar el sistema tributario al crecimiento económico y a su potencial recaudatorio evitando las distorsiones que genera hoy".
Ha considerado que las empresas necesitan entornos "predecibles" en los que poder planificar a largo plazo y España necesita revisar los instrumentos del Estado del bienestar para hacerlo "más eficiente y viable", como "un gran acuerdo de solidaridad intergeneracional", pero también para contar con un modelo de bienestar "más eficaz a la hora de reducir los niveles de pobreza, que no nos debemos permitir".
"El mundo está cambiando y no espera a nadie y aquellos países y aquellas empresas que no sean capaces de adaptarse a la nueva situación están condenados a la irrelevancia y al atraso", ha insistido Aznar.
CONSTRUCCIÓN DE LA EUROZONA
Por otro lado, También ha hecho alusión a los cambios que se viven en Europa y, en este punto, ha urgido a "culminar la construcción de la eurozona como elemento fundamental de garantía del euro, frente a las turbulencias que seguro volverán en el futuro".
Asimismo, ve necesario abordar reformas estructurales, así como hacer "plenamente efectiva" la integración del Mercado Interior para "superar las muchas rigideces que lastran las economías" y generar los entornos necesarios para que la innovación y el conocimiento sean "los motores de nuestro crecimiento y bienestar futuros".
Igualmente, ha abogado por dar una respuesta "conjunta", desde Europa, a los ataques permanentes a los valores y al modo de convivencia porque, a su juicio, Europa se ve "débil" y tiene ante sí "la gran incógnita sobre su posición ante el previsible cambio de la relación entre Estados Unidos y Rusia".
"Seguramente, estamos en la antesala de transformaciones verdaderamente estructurales del orden internacional, las más importantes desde el final de la Guerra Fría y tenemos que asumir que, como europeos, vamos a tener que hacer un gran esfuerzo para asegurar nuestra posición en ese modelo internacional de nuevas relaciones de poder e influencia", ha zanjado Aznar.