A pesar de que la estadounidense negó rotundamente haber robado las famosas joyas tras la sesión de fotos que realizó para la famosa revista Elle el pasado 6 de junio, y de que su representante argumentó en su ayuda que la joven estaba dispuesta a cooperar con la Policía en todo lo que estuviera de su mano, la actriz Lindsay Lohan no tiene excusa que la exima de toda culpa.
Sin embargo, los que tampoco tienen excusa fueron aquellos que estimaron la cantidad en la que supuestamente estaban valoradas dichas joyas. La policía ha revisado el valor inicial de las mismas, que se llegó a decir que era de nada más y nada menos que 360.000 dólares (260.000 euros), y el resultado ha sido curioso: el valor real no alcanzaba ni una décima parte del estimado inicialmente.
Las joyas, prestadas por la prestigiosa firma Louis Vuitton, costaban 38.500 dólares (27.000 euros). Se trataba de un collar de perlas y de unos pendientes de diamantes, que la lujosa marca prestó a Elle para que Lohan apareciese luciéndolos en la última edición de la revista. El portavoz que alegó que dicho valor inicial había sido proporcionado de buena fé, añadió que "las investigaciones continúan" y que, por el momento, en el caso no ha habido arrestos.
Dina, la madre de Lindsay, no ha tardado en defender a su hija declarando que todas las acusaciones a su niña de 23 años son "difamatorias, falsas e injustas". Mientras que una portavoz de la revista Elle ha alegado que la revista "no tenía motivo alguno para creer que Lindsay Lohan es culpable de cualquier forma".