El Gobierno español ha expresado en varias ocasiones a las autoridades ecuatorianas su preocupación por las actividades a favor del secesionismo catalán por parte del ciberactivista Julian Assange, refugiado desde hace más de cinco años en la embajada de Ecuador en Londres, y ha pedido su ayuda para que no se reproduzcan.
Según fuentes diplomáticas consultadas por Europa Press, la última vez que se contactó con las autoridades ecuatorianas fue con motivo del encuentro entre Assange y el editor Oriol Soler, colaborador del expresidente catalán Carles Puigdemont, que se reunió con el fundador de Wikileaks el pasado 9 de noviembre durante cuatro horas.
Assange se refugió en la embajada ecuatoriana en Londres en 2012 para no ser juzgado por un presunto delito de violación en Suecia. Ahora la Fiscalía ha archivado el caso por la imposibilidad de seguir adelante con la causa, pero el delito no prescribe hasta 2020 y Reino Unido ha avisado de que si sale de la embajada será detenido.
En los últimos meses, el fundador de Wikileaks ha apoyado abiertamente la causa secesionista y ha trabajado activamente por ella. Además de difundir mensajes propagandísticos a través de Twitter, ayudó a mantener abiertas réplicas de las páginas del referéndum del 1-O que el Gobierno iba cerrando siguiendo las órdenes del Tribunal Constitucional.
HA OFRECIDO RECOMPENSA POR EL PLAN POLICIAL DEL 1-O
Además de la reunión con Oriol Soler, entre las últimas intervenciones de Assange en el 'procés' está el haber ofrecido 20.000 euros de recompensa a quién desvele los planes de intervención policial para el 1 de octubre, así como sus costes.
Las fuentes destacan que entre España y Ecuador hay un diálogo fluido y continuo en el que se abordan todos los temas. Las autoridades españolas han hecho notar ante sus interlocutores que Assange está difundiendo mensajes "contrarios a la realidad" y que cuantas más declaraciones y más actividades a favor del independentismo haga Assange más presión recibirán de las opiniones públicas para explicar la situación.
La implicación de Assange en la crisis catalana se produce en la antesala de una visita oficial a España del presidente de Ecuador, Lenín Moreno, que, según ha avanzado la Cancillería ecuatoriana, se celebrará del 15 al 18 de diciembre.
MORENO LE AVISÓ DE QUE ESTABA "SOBREPASANDO" SU CONDICIÓN
En todo caso, el Gobierno español considera que la posición de Moreno sobre la situación de Assange quedó bien clara nada más tomar posesión, cuando dijo que su condición de asilado se mantenía, pero que no le permitía "intervenir en la política ecuatoriana ni en la política de los países amigos".
Moreno le recordó a Assange estas condiciones a finales de septiembre, en vísperas del referéndum catalán, durante una entrevista en la CNN en español: "Le hemos pedido de una manera cordial que deje de opinar de la política de Ecuador o de la política de países amigos, porque su condición de asilo no se lo permite, él está sobrepasando esa condición".
El pasado 27 de octubre, tras la declaración unilateral de independencia en el Parlamento catalán, la Cancillería ecuatoriana emitió un comunicado en el que incidió en la "no intervención en los asuntos internos de los Estados y de la igualdad soberana e integridad territorial de los mismos" e hizo un "llamamiento a que la solución a la situación en Cataluña se logre a través del diálogo, en el marco de la Constitución, la ley y el Estado de derecho español, con pleno respeto a las libertades y los derecho de todos los ciudadanos españoles".