El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont se ha instalado este viernes en una mansión de Waterloo, según ha anunciado la alcaldesa de la localidad belga.
"Tenemos efectivamente la confirmación, a través de vecinos y la Policía, de que Carles Puigdemont está en esta casa", ha explicado la alcaldesa, la liberal valora Florence Reuter, citada por el diario belga 'L*Echo'.
Ni desde el Ayuntamiento de Waterloo ni de la Policía local han querido confirmar este extremo alegando que se trata de información "confidencial" y por "respeto a la vida privada".
El rotativo belga avanzó este jueves que el expresidente de la Generalitat había alquilado una mansión de 500 metros cuadrados y cuyo alquiler mensual costaba 4.400 euros en dicha localidad belga, a escasos 20 kilómetros al sur de Bruselas, a través del empresario y amigo personal, Josep María Matamala.
La alcaldesa de la localidad ha confirmado al diario que no han recibido "ninguna petición de domiciliación" por parte del expresidente, aunque tampoco tiene "obligación de hacerlo" y que han recibido "confirmación" a través vecinos y Policía de que se ha instalado "en esta casa" a falta de confirmación "oficial".
También ha explicado que por ahora no tiene conocimiento de que se haya pedido a la Policía local ninguna medida de seguridad específica, algo que competería determinar al Centro de Crisis federal.
La casa, de 550 metros cuadrados y situada en la calle Abogado, de Waterloo, dispone de seis habitaciones, tres baños, cocina con todo tipo de equipación, garaje con capacidad para cuatro coches y terraza de 100 metros cuadrados. El jardín cuenta con una superficie de 1.000 metros cuadrados, según 'L'Echo'.
A raíz de la publicación de la información, "el inquilino quería romper el contrato de alquiler y recuperar una parte del dinero" e incluso "el propietario amenazó con demandar al agente inmobiliario", ha explicado a Europa Press el periodista de 'L*Echo' que reveló la noticia, Philippe Coulée.
Según el periodista, se firmó un contrato de alquiler "clásico" de nueve años de duración -si se rompe antes de tres años el inquilino tendrá que pagar una indemnización al propietario según la legislación belga-- y "se pagaron tres meses en metálico".
Hasta ahora, Puigdemont había alternado su residencia en un hotel de Bruselas -el hotel Husa President Park desde noviembre según la radio pública francófona RTBF-- con la casa de un amigo independentista flamenco cerca de la ciudad de Amberes.