Anna Gabriel muestra decepción por el poco apoyo internacional

 La exdiputada de la CUP Anna Gabriel, que huyó a Suiza de la Justicia española, mostró hoy su decepción por el poco apoyo recibido de la comunidad internacional a la causa independentista catalana.

La exportavoz de la CUP en el Parlamento catalán participó hoy en un evento organizado por el sindicato de estudiantes de la Universidad de Lausana, Cospol, en su primer acto público desde que llegó a la Confederación Helvética huyendo de la justicia española a principios de año.

La militante catalanista ha sido procesada por el Tribunal Supremo por el delito de desobediencia por su papel en el ilegal proceso independentista y sobre ella pesa una orden nacional de arresto.

Durante el turno de preguntas y respuestas, Gabriel asumió que se sorprendió del poco apoyo internacional recibido de la comunidad internacional en general y de la Unión Europea (UE) en particular a las reivindicaciones del movimiento independentista.

Aunque dijo contar con el apoyo de muchos ciudadanos extranjeros que "comprenden y apoyan" su reivindicación.

Asimismo, se mostró convencida de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Estrasburgo "dará la razón a todos los encausados por el Tribunal Supremo" por el proceso hacia la declaración unilateral de independencia de Cataluña, que fue anulada por el Tribunal Constitucional.

"El problema es que tardará diez años, ocho, doce, será una victoria moral, pero se habrán perdido años de vida", sostuvo.

Afirmó que el movimiento independentista catalán busca modificar el Estado español en su forma actual, "pero para nada es un proceso de exclusión, de odio o de rechazo a los ciudadanos españoles", y recordó que ella misma es hija de una andaluza.

Asimismo, la dirigente independentista reivindicó que Cataluña sigue sin Gobierno no por culpa de los partidos catalanes, sino por las autoridades judiciales españolas que, sostuvo, impiden a los candidatos elegidos por la ciudadanía ser investidos como presidente de la Generalitat.

Consultada por un estudiante si la vía para solucionar el conflicto podía ser un estado federal, dijo que el problema era que, para federarse, todas las partes debe estar de acuerdo en una condición de igualdad, "y el Estado español no quiere mover nada".