El Ministerio Público incoó la denuncia contra un agente en un tribunal de justicia
Al menos dos personas han muerto en Honduras en incidentes registrados después del regreso este pasado lunes del depuesto presidente hondureño, Manuel Zelaya, informó ayer a Efe el portavoz del Ministerio Público, Melvin Duarte.
Una de las víctimas es un hombre de 65 años que murió “en un fuego cruzado” entre la Policía y seguidores de Zelaya en Tegucigalpa, y el otro un joven que recibió un balazo disparado por un policía en un retén en San Pedro Sula, 243 kilómetros al norte de la capital, agregó Duarte.
El Ministerio Público ya incoó la denuncia contra el agente en un tribunal de justicia de San Pedro Sula, según el portavoz.
Duarte afirmó que “no tenemos ningún otro caso, pese a lo que se dice”, en alusión a que, según Zelaya, la cifra de muertos es superior e incluso podría alcanzar la decena.
El hombre muerto en Tegucigalpa fue identificado como Francisco Alvarado, y el de San Pedro Sula como José Jacobo Perdomo, de 18 años, según fuentes policiales y judiciales.
Perdomo falleció el miércoles de un balazo del policía Denis Montoya, quien le disparó por no obedecer su orden de detenerse en un retén en la populosa colonia Rivera Hernández de San Pedro Sula, dijo a la prensa el jefe del Ministerio Público en esa ciudad, Rafael Fletes.
Después del hecho, el policía entregó su pistola en la comisaría y se dio a la fuga, pero ya ha sido denunciado por homicidio, añadió el fiscal.
Por su parte, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, defendió ayer ante la Asamblea General de la ONU la vuelta a la legalidad en Honduras y afirmó que “no vamos a aceptar un golpe antidemocrático y la democracia ha de volver” a ese país centroamericano.
En su discurso ante la Asamblea, Zapatero aseguró que la firme defensa de la democracia tiene hoy un nombre: Honduras y se mostró a favor de Zelaya y contrario a Micheletti.