El embajador estadounidense en Kenia, Michael Rannenberg, mostró ayer en una rueda de prensa en su residencia de Nairobi la decepción de EEUU por la falta de medidas contra la impunidad y la corrupción y de reformas del sistema político keniano, 21 meses después de las últimas elecciones, tras las que se produjeron graves disturbios.
Rannenberg indicó que el Secretario de Estado Adjunto de Asuntos Africanos de su país, Johnnie Carson, “ha enviado cartas a quince altos cargos en las que indica que sus relaciones con EEUU dependen de su postura respecto a las reformas”.
El responsable diplomático no dio lo nombres de los políticos amenazados, pero puntualizó que entre ellos hay ministros, secretarios de estado, parlamentarios y otros altos cargos.
Añadió Rannenberg que Nairobi corre el peligro de perder el apoyo que tradicionalmente le ha dado Washington si se demoran más las reformas políticas que estaban previstas.
Es “crucial para la futura estabilidad democrática de Kenia” la aplicación de “la agenda conjunta de reformas”, dijo Rannenberg, quien consideró que se debe hacer con “urgencia”.
“Tanto el presidente, Barack Obama, como la secretaria de Estado, Hillary Clinton, han dejado clara su preocupación sobre los asuntos que requieren una reforma en Kenia. Queremos ayudar, pero no con quienes apoyan la violencia”, dijo Rannenberg.
Ésta no es la primera vez que EEUU advierte a Kenia del riesgo que corre si no desarrolla las reformas a las que se comprometió.