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Viernes 15/11/2024
 
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España

Esquelas en red, homenaje improvisado a las víctimas del coronavirus

Conocer las historias de los fallecidos a través de esquelas en internet es algo relativamente novedoso, pero, en estas semanas ha arrasado

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  • La cofundadora de la web gratuita esquela.org. -

 Conocer las historias de los fallecidos a través de esquelas en internet es algo relativamente novedoso, pero, en estas semanas ha arrasado y se ha convertido en un homenaje improvisado a las víctimas del COVID-19, sobre todo sanitarios, porque "uno no muere cuando muere, sino cuando dejan de acordarse de él".

"Se trata de que, desde cualquier lugar del mundo, en unos segundos, puedas hacer presente tu dolor por una muerte. No hace falta estar físicamente juntos para sentirse querido y acompañado", y más ahora con el coronavirus, ha explicado a Efe la cofundadora de la web gratuita esquela.org, Patricia Larrinaga de Luis.

Las personas que han fallecido por esta pandemia "han sido y son los más solitarios físicamente, pero son los que están más unidos que nunca de forma virtual".

En estos días, "la gente se ha dado cuenta de lo importante que es recibir un mensaje de cariño y se han esforzado en dejar mensajes no solo a sus allegados, sino también a todo el mundo que está sufriendo", ha asegurado.

"Este encierro -asegura- nos está haciendo reflexionar y pensar más en la muerte, en la necesidad de aliviar el dolor de alguna manera", y "se ha creado la necesidad de conocer al fallecido".

Prueba de ello es que esta web, creada hace cinco años por las hermanas Patricia y Maribel Larrinaga, ha pasado de unas 3.000 visitas al día antes del coronavirus a unas 10.000 después, con una especial incidencia de reseñas que los ciudadanos dejan en las esquelas del personal sanitario y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que han fallecido por el COVID-19 y a quienes no conocen.

Un ejemplo de ello es la del jefe del Grupo de Acción Rural (GAR) de la Guardia Civil, el teniente coronel Jesús Gayoso, quien falleció en Logroño el pasado 27 de marzo y se convirtió en la cuarta víctima de la Benemérita por el coronavoris.

"El homenaje de sus compañeros pone los pelos de punta", así como algunos de los mensajes escritos por personas anónimas que glosan su labor, como "fue uno de los bastiones contra el narcotráfico" y "¡contigo siempre!".

También ha recibido muchas visitas el obituario del sacerdote italiano Guiseppe Berardelli, de 72 años, quien cedió su respirador a otro paciente de coronavirus más joven que también lo necesitada.

Antes del COVID-19, quienes accedían a esta web solían ser personas que recibían un mensaje relacionado con algún allegado que había muerto y aquellas que querían publicar una esquela.

"Algunos se interesaban por algún difunto de su comunidad y se quedan en la página unos 40 segundos, más o menos", según Larrinaga, pero, a raíz del coronaviorus, "se quedan y navegan en busca de historia personales unos 3 o 4 minutos, que es una barbaridad"; y, además, interactúan y dejan mensajes de forma anónima.

En cifras, han aumentado el número de esquelas publicadas, pero sobre todo, el número de visitas, que se han incrementado un 296 % en el último mes; en un 80 % lo ha hecho el tiempo medio que dedica cada usuario en la plataforma; y en un 178 % el número de páginas que cada uno visita de media, lo que supone multiplicar casi por 3.

Ello se debe, sobre todo, a la gran movilización de los familiares y amigos de los fallecidos, que "se han esforzado en mostrar su apoyo en la plataforma para que los más allegados se sientan más acompañados".

Esquela.org, desde el pasado 15 de abril, ha habilitado un muro de condolencias ante esta crisis sanitaria porque "se ha creado la necesidad de conocer al fallecido, su historia; saber qué ha pasado con ellos y dejar un mensaje".

Ello demuestra "una gran empatía por parte de la población, que se ha volcado en apoyar a personas que han perdido a un ser querido, a pesar de no poder estar presente físicamente".

"Mientras seguimos luchando contra el coronavirus, aquí rendimos nuestro tributo a todos los que no han conseguido sobrevivir", apostilla Larrinaga, quien se dedica, en el ámbito profesional, a las relaciones públicas.

Asegura que, desde el punto de vista económico, no vive de esquela.org, que es un servicio gratuito y que nació hace cinco años por la necesidad de ayudar a una amiga a difundir la muerte de un familiar y, en lugar de optar por las tradicionales esquelas en medios de comunicación, apostaron por la fórmula "online".

"En pocos minutos, pudimos comunicar ese fallecimiento a muchas personas, repartidas en diferentes lugares, lo que supuso un apoyo importante para la familia, amigos y compañeros", ha asegurado.

La forma de publicar una esquela es a través de un formulario sencillo, que permite añadir una foto y una reseña del difunto, lo que contribuye a conocer su historia personal y "ayuda a pensar en la persona tal y como quería ser recordada". 

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