El sistema portuario gallego de interés general (integrado por los cinco puertos que dependen de la Administración General del Estado) sigue sin recuperar el movimiento de mercancías previo al estallido de la pandemia y se mantiene todavía alejado (un 9,7%) de la intensidad de tráficos de hace dos años.
No obstante, la situación no es homogénea y de las cinco autoridades portuarias hay dos (Vigo y Vilagarcía de Arousa) que han mejorado sus cifras con respecto a noviembre de 2019. La primera ha pasado de los algo más de cuatro millones de toneladas movidas en el penúltimo mes de aquel ejercicio a las casi 4,4 que registró entre enero y noviembre del año pasado, según el último informe publicado por el organismo que agrupa a las 28 autoridades portuarias de interés general, Puertos del Estado.
También crece, con un incremento porcentual cercano al 26%, la rada arousana, que aumentósus tráficos desde los 1,2 millones de noviembre de 2019 a las 1.382.360 toneladas del mismo mes del año pasado.
Ni Marín-Ría de Pontevedra ni los dos puertos más representativos de la Comunidad Autónoma, A Coruña y Ferrol-San Cibrao, han conseguido acercarse a los números pre-pandemia. La dársena del sur ha perdido casi 300.000 toneladas, hasta quedarse en las 1.920.000 toneladas con las que cerró el pasado 30 de noviembre, mientras que, en el norte, A Coruña se ha dejado en el camino dos millones (10.568.607 toneladas) y Ferrol, más de un millón, muy cerca de perder también la barrera de los 9 millones de toneladas.
En este último caso, la "desaparición" (aunque reactivada parcialmente la central térmica de As Pontes hace unas semanas) del carbón explica, al margen del impacto de la pandemia, esta caída.